miércoles, 20 de mayo de 2015

Como una cometa, como un papalote

Los ingenieros contratados para construir un puente en suspensión sobre el río Niágara se enfrentaron a un serio problema: cómo llevar el primer cable de un lado del río hasta el otro. El río era demasiado ancho como para tirar un cable al otro lado y excesivamente rápido para ser cruzado en bote.
Al final un ingeniero dio con la solución. Aprovechando un viento calmado y favorable, se alzó un papalote y se le dejó ir río arriba y aterrizar en el lado opuesto. Atado al papalote iba un cordel muy liviano, ensartado en la punta del papel, de modo que ambos extremos del hilo estaban en las manos del que hacía volar el papalote. Una vez que este estuvo en las manos de los ingenieros del otro lado, retiraron el cordel e hicieron una polea. Una soga fina estaba atada a una de las puntas del cordel original del papalote y fue tirada al otro lado del río. Al final de ella, había una pieza de soga que también fue tirada al otro lado y así continuó, hasta que un cable lo suficiente fuerte como para aguantar el cable de hierro que sostendría el puente, pudo ser arrastrado a través de las aguas.
¡Deja que tu fe se remonte como un papelote! Déjaselo a Dios, creyendo que Él podrá y te ayudará. Cuando vinculas tu desatada fe con paciencia y persistencia, tendrás lo necesario para enfrentar potencialmente cualquier problema.
Santiago 1:3-4 (La Biblia al Día)
¡Porque la paciencia crece mejor cuando el camino es escabroso! ¡Déjenla crecer! ¡No huyan de los problemas!…

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