Padre Celestial, Dios Fuerte, llenos están los cielos y la tierra de tu gloria, te pido que me llenes con tu Santo Espíritu. Ayúdame a tener un corazón dispuesto como el que tuvo María que se sentó a tus pies. Ayúdame a sacar tiempo para adorarte y aprender de tu Palabra. Señor Jesucristo, reconozco que en varias ocasiones he sido como Marta, afanado en muchas cosas. Enséñame a buscar primeramente tu Reino y no darle tanta importancia en los quehaceres diarios. Señor, mi corazón me dice ¡busca su Rostro!, y yo, Señor, tu Rostro busco. Enséñame a escoger cada día la buena parte.
“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:38–42).
“Aconteció que yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:38–42).
Este versículo de la Biblia nos invita a pensar y reflexionar en las cosas que hacemos diariamente. Si pensamos que Dios no ve lo que hacemos cada día, nos equivocamos. Los poderes de omnipresencia y omnisciencia de Dios le dan la habilidad y la Suprema autoridad de ver todo lo que hacemos, sea bueno o malo. El Señor nos habla todos los días, pero estamos tan ocupados en los quehaceres diarios que ni cuenta nos damos cuando Él nos habla, y lo peor es que aunque sentimos Su presencia durante los quehaceres, muchas veces seguimos empecinados en terminar con las tareas y dejamos a un lado Su presencia.
Este pasaje bíblico enmarca una relación íntima entre Marta, María y Lázaro, éstos hermanos eran amigos de Jesús. En los evangelios vemos que el Señor Jesucristo tenía una relación muy bella con estos hermanos, al extremo que se quedó a comer con ellos a la vez que les enseñaba la Palabra.
-¿Marta o María? Sería deseable tener un poquito de las dos pero con la evaluación de Dios.
-¿Cómo?
-Veamos: muchos critican a Marta pero ella fue la primera que salió de su cómoda silla para atender al Maestro. La diferencia con María fue que esta se quedó todo el tiempo sentada a los pies de Jesús y Marta se fue a la cocina a prepararle comida al Maestro. La enseñanza que el Maestro les impartió ese día y que nos la enseña a todos, es que los afanes de la vida en nada aprovechan porque hay tiempo para todo.
Es tiempo de depositar nuestra confianza en el Señor y vivir una vida libre de los afanes diarios. Verdaderamente,. muchas veces nos afanamos en demasía, cuando en realidad el Señor nos dice: “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal” (Mateo 6:25-34).
Es tiempo de depositar nuestra confianza en el Señor y vivir una vida libre de los afanes diarios. Verdaderamente,. muchas veces nos afanamos en demasía, cuando en realidad el Señor nos dice: “Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal” (Mateo 6:25-34).
Señor Jesús, gracias por tu palabra y por la enseñanza que Tú nos brindas. Enséñame a sacar tiempo como lo hizo María y a servirte como lo hizo Marta. Dame equilibrio para entender cuándo debo parar con mis afanes. Que los afanes diarios y el desequilibrio al utilizar el tiempo, no me lleven a desatender lo más preciado, que es estar en tu presencia. Ayúdame a saber utilizar el tiempo que Tú por tu misericordia, me brindas cada día, amén.
“Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33 Reina-Valera 1960).
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