miércoles, 15 de abril de 2015

La Incompatibilidad En El Matrimonio

Somos muy diferentes; ¡no nos entendemos!
Muchos matrimonios se quejan de haberse casado con la persona equivocada. Se sienten tan diferentes que piensan que son incompatibles. Sin embargo, cuando se conocieron se sintieron fuertemente atraídos, por esa razón tuvieron un noviazgo, y después decidieron unir sus vidas en matrimonio.
Después de unos años, que en algunos casos son solo meses, sienten que son demasiado diferentes, tanto que piensan de diferente forma en casi todo y no se ponen de acuerdo en casi nada.
La verdad es que lo normal es que sean diferentes, esencialmente en su temperamento. Eso fue justamente lo que los atrajo; porque en el área de los temperamentos ocurre lo mismo que con la ley de la Física, que dice que polos opuestos se atraen y polos iguales se repelen.
Normalmente, los matrimonios se componen de una persona con un temperamento fuerte y la otra con un temperamento flemático, o uno con temperamento alegre (extrovertido) y el otro con temperamento melancólico. Es muy raro ver matrimonios con temperamentos iguales o muy parecidos. No se atraen. Los temperamentos en el matrimonio, son normalmente muy diferentes, por lo que piensan muy diferente; pero eso no los hace incompatibles, los hace complementarios.
El diseño de Dios, como creador del matrimonio, es precisamente que fueran complementarios, o sea que las fortalezas de uno ayudaran o compensaran las debilidades del otro y viceversa.
Por ejemplo, un temperamento fuerte, duro, es muy activo y muy capaz, pero necesita un complemento flemático que le ayude a tranquilizarse; o un temperamento sanguíneo, alegre y desordenado, necesita un complemento melancólico que le ayude a ordenarse y controlar su efusividad. Se complementan.
Es muy importante que ambos cónyuges entiendan que es normal que sean diferentes. Tienen que aprender a ver la conveniencia de ser diferentes y la necesidad de tenerse en cuenta mutuamente. Eso los convierte en un equipo. Si ese equipo actúa aprovechando el hecho de ser complementarios, probablemente van a lograr tener mucho éxito en el desarrollo de su matrimonio y su familia.
También todo temperamento tiene sus defectos y debilidades, y la única forma de controlar esas debilidades es con crecimiento espiritual. Una vida más espiritual nos da la capacidad de ser más tolerantes, más suaves en las relaciones, nos da la capacidad de soportar las debilidades y aprovechar las fortalezas.
Gálatas 5:22 Más el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe y dominio propio.
Tu matrimonio y tu familia es el tesoro más valioso que Dios te ha dado. ¡CUÍDALO!

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