Los niños necesitan ciertos límites para sentirse seguros y amados por sus padres, pero no es fácil comprender esta enseñanza, no es sencillo entender cómo un límite puede provocar una sensación de seguridad en los niños o/y en las personas adultas.
Apliqué esto a mis hijos por obediencia, aunque sin mucha seguridad al hacerlo, porque fue lo que aprendí de mis padres.
Sin embargo, Dios nos conoce aun en lo más secreto del corazón, y tiene sus maneras de responder a nuestras preguntas… ¡sí, todo lo nuestro le interesa!
Meses después de comenzar a aplicar límites a mis hijos, iba conduciendo mi coche en una área con mucho tráfico de vehículos. Coches que se incorporaban a la vía después de pasar un puente… otros que querían desviarse para la próxima salida… en fin… ¡para mí había coches por todos lados y parecía que se añadían cada vez más de distintos puntos!
Pero eso no me provocó tanto estrés como el hecho de que en ese preciso punto crítico de la vía rápida… ¡no estaban pintadas en el asfalto las líneas que marcan los carriles ¡Qué horrorrrrrrrrr!!
No soy la mejor conductora, así que comencé a ponerme muy nerviosa porque sentía que todos invadían mi carril, y yo misma no sabía si estaba en el correcto… ¡ay, señores, quítense, no están respetando mi carril! Pero parecía que los otros coches me “empujaban” hacia un lado y otro.
¿Era yo la que estaba en el sitio que no correspondía? ¿Dónde están los carriles? ¿Por qué no los han marcado en el asfalto?
Quizá fueron los minutos más estresantes de mi vida. No sabía con exactitud cuál era el sitio seguro para mí, para conducir sin ponerme en peligro de dar un golpe o que me lo dieran.
Me sentí aliviada cuando por fin, abandoné esa vía rápida para llegar a mi destino. Había quedado en verme con unas amigas en una cafetería, y lo primero que dije al sentarme con ellas fue: ahora entiendo por qué los límites dan seguridad. Así, los niños y las personas saben hasta donde pueden llegar y lo que pueden hacer sin meterse en problemas.
¿Era yo la que estaba en el sitio que no correspondía? ¿Dónde están los carriles? ¿Por qué no los han marcado en el asfalto?
Quizá fueron los minutos más estresantes de mi vida. No sabía con exactitud cuál era el sitio seguro para mí, para conducir sin ponerme en peligro de dar un golpe o que me lo dieran.
Me sentí aliviada cuando por fin, abandoné esa vía rápida para llegar a mi destino. Había quedado en verme con unas amigas en una cafetería, y lo primero que dije al sentarme con ellas fue: ahora entiendo por qué los límites dan seguridad. Así, los niños y las personas saben hasta donde pueden llegar y lo que pueden hacer sin meterse en problemas.
Proverbios 22:28 No traspases los linderos antiguos que pusieron tus padres.
Proverbios 29:17 Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma.
Proverbios 29:17 Corrige a tu hijo, y te dará descanso, y dará alegría a tu alma.
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