miércoles, 18 de marzo de 2015

La belleza de un carácter fuerte

Belleza interiorHace muchos años, nació un niño en Rusia que se veía a sí mismo tan feo que estaba seguro que nunca tendría felicidad en la vida. Lamentaba el hecho de poseer una nariz grande, labios gruesos, pequeños ojos grises y grandes manos y pies. Su fealdad le había afectado tanto que le pidió a Dios que hiciese un milagro y lo transformase en un hombre apuesto. Hizo la promesa que si Dios le concedía eso, él le daría todo lo que poseía y lo que habría de poseer en el futuro.
Ese muchacho ruso era León Tolstoi, uno de los escritores más famosos del mundo del siglo veinte, renombrado por su gloriosa "Guerra y Paz".
Tolstoi admite en uno de sus libros, que con el correr de los años había descubierto que la belleza de la apariencia física, que una vez persiguió, no era la única belleza de la vida. De cierto, que no era la mejor belleza. En su lugar, Tolstoi comenzó a considerar que la belleza de un carácter fuerte era considerada a los ojos de Dios, como el bien más apreciado.
Actualmente, hay muchas personas que gastan enormes sumas de dinero en su apariencia física. El carácter, por el contrario, no es cuestión de dinero ni apariencia. Es cuestión de hacer lo que está bien sin mirar el dinero, y de defender lo justo sin mirar las apariencias.
Su carácter se define por lo que es cuando está solo.
Proverbios 11:3
La integridad de los rectos los guiará.

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