lunes, 2 de febrero de 2015

Aprende a trabajar con los demás

“...ES UNA CARGA DEMASIADO PESADA PARA MÍ” (Números 11:14b)
Solamente puedes hacer todas las cosas tú mismo hasta un cierto límite y después necesitas a otras personas. Moisés se enfrentaba a una tarea muy importante y decisiva, como también, actualmente, tenemos exámenes que muchos no pasamos y dejamos de crecer. Decía Moisés:  “...es una carga demasiado pesada para mí” (Números 11:14b), y Dios le dijo: “Reúneme a setenta... de los que tú sabes que son... principales,... tomaré del espíritu que está en ti y lo pondré en ellos, para que lleven contigo la carga...” (Números 11:16,17b).
bono humanitarioSe necesita madurez para reclutar a personas que puedan hacer las cosas igual o mejor que tú, permitirles que destaquen en su trabajo y que reciban el mérito, mientras te alegras sabiendo que tu trabajo, con la ayuda de los demás, se está realizando muy bien. En resumidas cuentas: tienes que ser claro en tus objetivos y sentirte seguro de ti mismo para poder triunfar y seguir haciéndolo con los demás.
En el libro "“De lo bueno hacia lo excelente”", el autor resaltó que los líderes de las mejores organizaciones, procuran tener la tendencia de evitar ser el centro de atención”. 
El presidente de IBM: "“Yo no he provocado la mejora de la compañía, han sido los doscientos ochenta mil empleados los que lo han hecho posible. Hicimos un cambio en nuestro enfoque, escogimos un grupo de personas preparadas, y cambiamos la compañía para bien”". Son solo dos ejemplos pero, si prefieres ser un “pez gordo en un estanque pequeño”, allá tú. Mas si quieres ser bendecido en vivir en el “océano”, aprende a trabajar con los demás.
EDIFICAMOS, PUES, EL MURO...” (Nehemías 4:6)
Cuando Nehemías habló acerca de sí mismo; lo hizo llana y honestamente, mencionando cómo lloró sobre las ruinas de Jerusalén, cómo oraba por orientación, y también cómo oraba referente a los días en los que se preguntaba cómo iba a sobrevivir. Pero cuando se trató de la increíble proeza de haber reconstruido las murallas de Jerusalén en cincuenta y dos días (un acontecimiento histórico), atribuyó el mérito a otros. “Edificamos, pues, el muro...”  (Nehemías 4:6). No hay límites para lo que se puede hacer cuando a nadie le importa quién se lleva el mérito.
Las estrellas del rock, por ejemplo, parecen normalmente, ensimismadas, aisladas e indiferentes hacia los demás, y por esta razón, muchos grupos musicales no siguen juntos. “Hay momentos en los que ellos están tan perdidos en sí mismos y en las exigencias de sus propias vidas, que difícilmente se quedan en una banda de música, porque cada uno quiere ser señor de su propia/o área de competencia.
Al hacernos mayores, procuremos no dejar lugar para el aislamiento. Lo vemos en la familia y con los amigos: se rodean de un círculo de personas cada vez más pequeño, las que no les llevan la contraria, y sus vidas acaban siendo insípidas. 
En resumen, si quieres triunfar, aprende a trabajar con los demás.

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