martes, 6 de enero de 2015

Somos hijos de Dios

“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.” Romanos 8:14
Es conocida la historia del hombre que compró un pasaje para trasladarse de Europa hacia América e hizo de la bodega del barco su camarote. Durante casi todo el viaje durmió en el suelo y padeció hambre, pensando que su pasaje no lo incluía.
Pocas horas antes de arribar a destino, se acercó el capitán al hombre y le dijo: 
–“¿Que hace usted allí?  Muéstreme su billete”  
El hombre, temeroso, le entregó el billete. Entonces, el capitán le dijo: 
–“¡No sé qué hace durmiendo en este lugar!  ¡Su pasaje incluye un cómodo camarote, además de disfrutar de los ricos alimentos y las mejores bebidas!” 
Muchos cristianos son como el hombre del barco: Viajan por la vida en segunda clase cuando tienen toda la oportunidad y el derecho para vivir en primera. Si somos hijos de Dios, podemos experimentar la guía precisa y efectiva del Señor. Esa guía viene gracias al Gran Consolador: ¡El Espíritu Santo!
Dejemos de vivir en segunda clase, pues hemos sido diseñados por Dios para vivir en primera, guiados por Él y diseñados a hacer Su voluntad.
Señor, solo Tú me guías y me puedes ayudar a disfrutar de lo mejor de la vida. Estoy cansado de dejarme guiar por mis propios sentidos y emociones. Espíritu Santo, guíame por el sendero de la primera categoría espiritual. Te lo pido en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, amén.

No hay comentarios:

Publicar un comentario