martes, 11 de noviembre de 2014

Hacer La Diferencia Y Ser La Diferencia

Desde la antigüedad la maldad del hombre ha existido y ha proliferado, y este tiempo actual no es la excepción; encontramos cumplida la palabra cuando dice:
2 Timoteo 3:1-5 “1 También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.”
Es una realidad, pero no solo es en este tiempo sino que siempre ha sido así. Pero igual que abunda el pecado, abunda también la gracia, y por eso aún vivimos, porque si no fuera así, Dios habría acabado con la humanidad.
En los tiempos de Noé, en los tiempos de Sodoma y Gomorra Dios no toleró más, pero ahora gracias al señor Jesucristo estamos vivos, con la oportunidad de arrepentirnos y enderezar nuestro camino. No cerremos nuestros ojos ni nuestros oídos, Dios sigue esperando que dejemos ese adormecimiento. Él sigue esperando que nos levantemos en justicia, sigue esperando que el sacrificio de su Hijo no sea en vano.
Dios nos ama realmente, al extremo de seguir conservando su propósito para cada uno de nosotros. Tenemos su invitación a hacer la diferencia y ser la diferencia, así como el Apóstol Pablo le dijo a Timoteo:
2 Timoteo 3:14-17 “14 Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; 15 y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. 16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Persistamos en lo que sabemos es de Dios, persistamos y resistamos aunque la presión se acreciente, mantengámonos en el camino hacia la perfección y en la honra a Dios. Los que hemos conocido el amor, mantengámonos en el amor unos con otros, procuremos hacer el bien a todos, no nos cansemos por más que parezca que no hay nada más que hacer. Dios espera que perseveremos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario