No creas que el dolor del alma durará para siempre, porque
todo tiene su momento de sanidad y restauración.
Si eres una persona de fe agradas a Dios y eso hace
que Dios obre a tu favor. Si piensas un momento,
las heridas. Esto procede de la oscuridad, de la maldad.
¿Cuánto más no lo será el poder de Dios para sanar
y restaurar? La sanidad interior es un acto que sucede
de dos formas, una perdonando a los demás y otra,
perdonándonos a nosotros mismos si fuese necesario.
Deja a un lado el orgullo y la obstinación, Dios tiene planes buenos
para ti, planes de grandisima bendición, de felicidad,
de abundancia, de sanidad y de alegría completa para
tu alma; esa fue la misión de Jesús para nosotros, ni más
ni menos. Las tribulaciones son el momento en las que verás
con mayor intensidad, la mano de Dios, y luego tu fe crecerá.
“La gente te herirá pero Dios te sanará, la gente te humillará, pero Dios te bendecirá. “Preocuparse no cambia nada pero confiar en Dios lo cambia todo”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario