En el transcurso de una cena de una obra caritativa, el padre de un niño minusválido pronunció un discurso inolvidable…
Es este:
Decimos que Dios hace todo a la perfección …¿Dónde está la perfección en Juan, mi hijo?Mi hijo no puede comprender las cosas como otros niños, tampoco puede recordar como otros niños …
¿Dónde está pues la perfección de Dios? Creo que creando a un niño retrasado como mi hijo, la perfección que busca Dios es cómo reaccionar con él…
He aquí una pequeña anécdota para ilustrar mis declaraciones.
Un día estábamos viendo a un grupo de jóvenes jugando al fútbol. En eso, Juan me dijo:¿Crees que me dejarían jugar?
Sabía que Juan no era el tipo de compañero de equipo que los chicos buscan normalmente, pero esperaba que a pesar de todo, se le permitiera jugar.
Pedí pues, a uno de los jugadores de campo si podían dejar que Juan participara.
El jugador reflexionó algunos instantes y dijo:
“Perdemos por dos goles y estamos en la segunda parte del partido, ¡ummmm!, creo que puede formar parte del equipo y tener la oportunidad de golear ”.
Juan lanzó un fuerte suspiro.
Y le dijimos a Juan que se pusiera ¡manos a la obra!
Finalizando el segundo tiempo, el equipo de Juan metió gol pero todavía había una diferencia de otro. Pero el equipo de Juan golea de nuevo. El equipo tiene ahora la posibilidad de llevarse el partido … Con asombro, le pasan el balón.
Todos saben que es casi imposible ganar porque Juan no sabe ni cómo golpear la pelota. Juan se acerca a ella y chuta torpemente, sin éxito. Uno de sus compañeros de equipo le anima.
-¡Será la próxima vez!
De nuevo le llega la pelota a Juan. Chuta nuevamente, y ¡nada!, la pelota que va rodando despacio hacia el portero que la recoge.
Habría podido fácilmente, retener la pelota hasta acabar el juego, pues estaba a punto de acabar, pero el portero rápidamente, lanzó la pelota muy alta, muy lejos.
Todos ellos se echaron a gritar:
”¡Corre deprisa a ver si la coges, Juan! ¡Corre! ”
Nunca hubiera pensado tener la oportunidad de correr como lo estaba haciendo. Juan corre a lo largo del campo, totalmente asombrado. Cuando logra alcanzar el balón, regatea a todos los jugadores del equipo contrario, alcanza el área de penalti contraria, chuta y... ¡goooooooool! Los jugadores le levantan sobre sus hombros.
¡Juan es un héroe! Acaba de hacer un gran partido y de ganarlo para el equipo._______
Todo ese día su padre estuvo con lágrimas en los ojos.
”Los 18 chicos alcanzaron su propio nivel de la perfección de Dios. ”
La paradoja es la siguiente:
– Tenemos la paciencia de construir grandes edificios, pero no la paciencia suficiente para controlar la cólera.
-Tenemos caminos anchos, pero puntos de vista estrechos …
– Gastamos más, pero poseemos menos …
- Habitamos casas más grandes, pero las familias son más pequeñas …
- Gozamos de más comodidades, pero no tenemos tiempo libre …
- Acumulamos más y más diplomas, pero demostramos tener poca lógica, y menos discernimiento. La ciencia nos permite vivir más tiempo, pero priorizamos la cantidad sobre la calidad, y para muchos de nosotros, la vida nos resulta triste y monótona …
- Hicimos el viaje de ida y vuelta a la luna, pero tenemos dificultades en atravesar la calle para presentarnos al vecino …
Es este:
Decimos que Dios hace todo a la perfección …¿Dónde está la perfección en Juan, mi hijo?Mi hijo no puede comprender las cosas como otros niños, tampoco puede recordar como otros niños …
¿Dónde está pues la perfección de Dios? Creo que creando a un niño retrasado como mi hijo, la perfección que busca Dios es cómo reaccionar con él…
He aquí una pequeña anécdota para ilustrar mis declaraciones.
Un día estábamos viendo a un grupo de jóvenes jugando al fútbol. En eso, Juan me dijo:¿Crees que me dejarían jugar?
Sabía que Juan no era el tipo de compañero de equipo que los chicos buscan normalmente, pero esperaba que a pesar de todo, se le permitiera jugar.
Pedí pues, a uno de los jugadores de campo si podían dejar que Juan participara.
El jugador reflexionó algunos instantes y dijo:
“Perdemos por dos goles y estamos en la segunda parte del partido, ¡ummmm!, creo que puede formar parte del equipo y tener la oportunidad de golear ”.
Juan lanzó un fuerte suspiro.
Y le dijimos a Juan que se pusiera ¡manos a la obra!
Finalizando el segundo tiempo, el equipo de Juan metió gol pero todavía había una diferencia de otro. Pero el equipo de Juan golea de nuevo. El equipo tiene ahora la posibilidad de llevarse el partido … Con asombro, le pasan el balón.
Todos saben que es casi imposible ganar porque Juan no sabe ni cómo golpear la pelota. Juan se acerca a ella y chuta torpemente, sin éxito. Uno de sus compañeros de equipo le anima.
-¡Será la próxima vez!
De nuevo le llega la pelota a Juan. Chuta nuevamente, y ¡nada!, la pelota que va rodando despacio hacia el portero que la recoge.
Habría podido fácilmente, retener la pelota hasta acabar el juego, pues estaba a punto de acabar, pero el portero rápidamente, lanzó la pelota muy alta, muy lejos.
Todos ellos se echaron a gritar:
”¡Corre deprisa a ver si la coges, Juan! ¡Corre! ”
Nunca hubiera pensado tener la oportunidad de correr como lo estaba haciendo. Juan corre a lo largo del campo, totalmente asombrado. Cuando logra alcanzar el balón, regatea a todos los jugadores del equipo contrario, alcanza el área de penalti contraria, chuta y... ¡goooooooool! Los jugadores le levantan sobre sus hombros.
¡Juan es un héroe! Acaba de hacer un gran partido y de ganarlo para el equipo._______
Todo ese día su padre estuvo con lágrimas en los ojos.
”Los 18 chicos alcanzaron su propio nivel de la perfección de Dios. ”
La paradoja es la siguiente:
– Tenemos la paciencia de construir grandes edificios, pero no la paciencia suficiente para controlar la cólera.
-Tenemos caminos anchos, pero puntos de vista estrechos …
– Gastamos más, pero poseemos menos …
- Habitamos casas más grandes, pero las familias son más pequeñas …
- Gozamos de más comodidades, pero no tenemos tiempo libre …
- Acumulamos más y más diplomas, pero demostramos tener poca lógica, y menos discernimiento. La ciencia nos permite vivir más tiempo, pero priorizamos la cantidad sobre la calidad, y para muchos de nosotros, la vida nos resulta triste y monótona …
- Hicimos el viaje de ida y vuelta a la luna, pero tenemos dificultades en atravesar la calle para presentarnos al vecino …
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