martes, 2 de diciembre de 2014

El Origen de la vida

A pesar de lo que se podría deducir, por artículos de periódico que hablan de Stanley Miller como el hombre que demostró el origen de la vida, lo cierto es que no es así. Como él mismo reconoce, además de toda la comunidad científica, fue un paso que en su momento, hizo soñar mucho a los científicos con que se podría conseguir descifrar el origen de la vida, pero estaba bastante alejado de eso; de hecho, actualmente se ha reconocido que han sido muchos los fracasos, que las teorías se han multiplicado y se han complicado, y hasta el mismo director de la revista “Nature” aventura que en los próximos 100 años no vamos a tener realmente, nada concreto de cómo fue el origen de la vida. El azar, que era a lo que apelaban los científicos, anteriormente, para llenar los vacíos de conocimiento (todo lo que no se entendía se lo atribuían al azar), está hoy demostrado que es imposible sintetizar la vida con él.

El primer problema con el que nos encontramos al hablar de los experimentos que se han realizado hasta ahora, en torno al origen de la vida, es que estamos hablando de un hipotético escenario que no sabemos realmente si fue así. Es decir, para sintetizar moléculas orgánicas necesitamos un ambiente en el que no exista oxígeno, pero que sí existan unos gases muy concretos, y no tenemos ninguna evidencia de que la atmósfera primitiva fuese de esta manera. Las evidencias que tenemos hasta el momento, apuntan más bien en la dirección contraria, y no solamente eso, sino que se hacen probaturas en el laboratorio cuando se realizan este tipo de experimentos, como seleccionar un tipo de luz determinada cuando sabemos que en realidad, el espectro lo forman todas las longitudes de onda, y que algunas de las cuales destruyen los compuestos que se forman; también tenemos unas temperaturas que tenemos que regular, conseguir pequeños instantes de frío para extraer muestras porque de otra manera se destruirían, tenemos también que seleccionar un tipo de reacciones de manera muy concreta, porque de lo contrario nuevamente el balance sería otra vez de destrucción más que de creación, etc...
Lo cierto es que el científico está constantemente, y a "su" manera, interfiriendo, guiando inteligentemente el experimento para conseguir moléculas, y aún así no se han conseguido sintetizar ni el ADN ni las proteínas, que son las moléculas que necesitamos para la vida.
Se puede intentar explicar la vida sin un creador...., ¡vaya!, no hay un martillo para intentar convencer a la gente de la existencia de Dios, porque la fe es algo voluntario. Una persona puede negarse a creer aunque tenga toda la evidencia disponible delante. De hecho, hay voces que apuntan que la ciencia está comprometida actualmente, con el materialismo, y que los científicos están dispuestos a aceptar las teorías más rocambolescas que se puedan imaginar, todas las trampas que sean necesarias, con tal de no permitir que asome un pie divino a la puerta, lo cual es evidentemente, una opción para la que hace falta tener mucha, pero que muchísima fe. La única evidencia totalmente real con la que contamos actualmente, apunta a que para que se produzca la vida y que se produzca información, que es lo que caracteriza a la vida, tiene que haber un Ser inteligente que la produzca. 

La ley de la termodinámica fija muy bien los límites de lo que se puede producir por azar y de lo que se puede destruir por azar, es decir, sin Dios. Sin Él, el universo no tiene la energía ni la codificación o inteligencia precisas para transformar esa energía en algo útil, en una información compleja y codificada; por tanto, para un científico que se ha pasado toda su vida ignorando la teología, el final es como despertar de una pesadilla; ha estado escalando durante años una montaña de conocimiento y se ha encontrado en la cima un montón de teólogos que llevaban allí siglos.

Cuando se fabrica algo, en el ámbito que sea, ya sea alguien que fabrique un aparato que puede servir para las telecomunicaciones, o alguien que fabrique un nuevo compuesto químico, esa persona tiene unos derechos sobre su creación. Incluso los científicos no crean, sino que trabajan con materiales que les vienen dados, de lo que se deduce entonces, que sí hay un Creador de esos materiales, un Creador que ha creado este mundo, que ha creado la vida, que nos ha creado a nosotros, máxime con materiales que no le han sido dados, sino que Él mismo los ha creado. Él tiene no solamente ciertos derechos, tiene todos los derechos sobre su creación, y eso tiene unas implicaciones muy grandes para nosotros porque además, si ese Creador ha querido comunicarse y realmente se nos ha comunicado, ya que la misma esencia de la vida es comunicación, el ADN es comunicación, la interrelación entre los seres vivos es comunicación, la inteligencia, la personalidad, la conciencia en su grado más alto en el ser humano, también es comunicación...., si el Creador se comunica y nos ha creado para comunicarse con nosotros, tenemos que replantearnos nuestra vida; si estamos viviendo de espaldas a este Creador, tenemos que dar un giro de 180 grados.



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