lunes, 1 de diciembre de 2014

Cuando Dios guía

8

guia“Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gratitud, y mediante ella sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia.” Hebreos 12:28.

Una vida monótona no es la más adecuada para el crecimiento espiritual. Se puede alcanzar la más alta norma de la espiritualidad solo mediante un cambio en el orden regular de las cosas. Cuando en su providencia, Dios ve que los cambios son esenciales para el éxito en la edificación del carácter, altera la mansa corriente de la vida…
Vamos a ver, Dios ve que un obrero necesita estar más estrechamente relacionado con Él; para lograr esto, lo separa de sus amigos y conocidos. Cuando preparaba a Elías para la traslación, lo llevaba de un lugar a otro para evitar que se arraigara en la comodidad y fracasara en obtener poder espiritual. El plan de Dios era que la influencia de Elías constituyese un poder, que ayudara a muchas almas a obtener una experiencia más amplia y provechosa.

Recuerda a los que no pueden reposar tranquilos, a los que deben desplazarse continuamente, hincando su tienda por la noche en un lugar y mañana por la noche en otro, que el Señor los está guiando y que esa es su forma de ayudarles a formar sus caracteres perfectos. Pero en todos los cambios que nos requiere que hagamos, Dios ha de ser reconocido como nuestro compañero, nuestro guía, nuestro apoyo…
Muchos ignoran cómo trabajar para Dios no porque necesiten ignorarlo, sino porque no están dispuestos a someterse a su disciplina. De Moab se habla como de un fracaso porque, dice el profeta: “Quieto estuvo Moab desde su juventud, … y no fue vaciado de vasija en vasija, ni nunca estuvo en cautiverio; por tanto, quedó su sabor en él, su olor no se ha cambiado”. Jeremías 48:11. Así ocurre con aquellos cuyas tendencias al mal, hereditarias y cultivadas, no han sido expulsadas. Pasa que sus corazones no han sido purificados de la contaminación.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario