Una mujer joven se enamoró perdidamente de un hombre quien le juró que la amaba con todo el corazón. Lamentablemente, él nunca quiso presentarla a su familia, no la incluía en sus metas futuras y por tanto, nunca fijaba fecha para la boda. Hasta que un día ella se cansó, esperó mucho tiempo que este joven tomara la decisión de madurar y establecer una familia, pero descubrió que él solamente quería una relación, no un compromiso.
Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. Mateo 15:8
Este pueblo de labios me honra; mas su corazón está lejos de mí. Mateo 15:8
Seguramente, a su debido tiempo, aquella joven le reclamó a su pareja diciendo: ¿Por qué me dices que me amas, si no quieres comprometerte conmigo? Así como cualquiera de nosotros en su lugar, lo haría ante alguien que nos dice amar pero no lo demuestra. Del mismo modo, Dios hace una pregunta parecida, nuestro Señor nos hace un reclamo, y nos dice:
¿Por qué me llaman ustedes “Señor, Señor”, y no hacen lo que les mando hacer? Lucas 4:46
Son muchas las personas que dicen ser “Seguidores de Cristo”; sin embargo, ser un verdadero cristiano es más que simplemente “creer”, significa ser discípulo de Jesús, encontrarse en una constante lucha para cambiar y parecernos más a Cristo, conocer su palabra y obedecerla, incluso dar la vida por ella. ¡Llevar su mensaje para que más personas se salven!
El Señor declaró:
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” Mateo 7:21
En la actualidad son realmente muchos, los que sólo le dicen “Señor, Señor”, pero pocos los que “Hacen la voluntad del Padre”. Muchos dicen y no hacen, por tanto, no todos se irán al cielo. Por eso, pregúntate: ¿Por qué no quieres un compromiso? Examinemos nuestra vida, si realmente nos hemos comprometido con Dios o solamente somos como aquel hombre que mantiene una relación superficial.
En la actualidad son realmente muchos, los que sólo le dicen “Señor, Señor”, pero pocos los que “Hacen la voluntad del Padre”. Muchos dicen y no hacen, por tanto, no todos se irán al cielo. Por eso, pregúntate: ¿Por qué no quieres un compromiso? Examinemos nuestra vida, si realmente nos hemos comprometido con Dios o solamente somos como aquel hombre que mantiene una relación superficial.
¡Dile a Dios que lo amas con actos, no solo con palabras!
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