martes, 18 de noviembre de 2014

El propósito de Dios

Todo llamaba a ello y si no le hubiera hecho caso me hubiera aplastado. Esta es la respuesta que un Pastor me dio cuando le pregunté cómo había descubierto su propósito en la vida. Parecía tan simple, el martillo martillea, el corredor corre, la lluvia llueve, y en ese momento el Pastor pastoreaba. ¿Pero yo, cómo podría entender el propósito por el cuál había sido creado?
Después de aceptar a Jesús descubrí el camino. Y una llama dentro de mí, comenzó a guiarme a nuevas y desconocidas veredas. Veredas que fueron inciertas para mí por algún tiempo. Además, de vez en cuando mi Creador me refinaba por medio de experiencias dolorosas. Pero cada vez que lo hacía y yo terminaba esos procesos, una nueva gloria era depositada en mí, la cual me aseguraba que me encontraba más cerca de mi propósito. Descubrí que la única manera en que una vasija de barro descubre su propósito es hasta que pasa a través del fuego.
Mi Creador depositó en mí Su Espíritu para que no me perdiera en este mundo y así, poder completar mi misión. Pero en cierta parte del camino convertí mi vida en una carga y casi olvidé mi propósito. Y después de hablar con el Pastor, escuché una voz dentro de mí diciéndome: “Sigo aquí y te convertiré en una obra maestra”
“ Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.”
Efesios 2:10
La voz del Espíritu Santo me recordó que era mucho más que lo que profesionalmente era, un "Contable Público", que había sido creado para un propósito mayor, el propósito de Dios. Que estoy destinado a ser mensajero de Dios y mostrarle a los cautivos "El camino a la salvación", Jesús. Finalmente, he comenzado a vivir mi propósito y la vida fluye en mí.
Quizás siga en un trabajo temporalmente, pero he decidido que si Dios quiere usar mi trabajo para sacarme filo, que así sea. Me he dado cuenta que no necesito dedicar un tiempo completo en mi iglesia para servir a Dios y vivir Su propósito; si lo hago, aunque sea parcialmente, es porque represento el Reino de los Cielos a donde quiera que vaya.
Hay una pasión dentro de mí que arde por decirle a todos que hay un Salvador llamado Jesús y que Él se ha convertido en mi propósito. Y he decidido que no dejaré que está vez la llama se apague.
Querido hermano/a, no dejes que nada apague ni nadie robe tu propósito. Porque si lo perdieses, la vida simplemente, te aplastaría. Enciende tu motor celestial, porque fuiste hecho en el Reino de los Cielos y tu garantía es eterna.

“Todo fue creado por medio de él y para él.” Colosenses 1:16

COMIENZA A CREER DE NUEVO Y VIVE TU PROPÓSITO, EL PROPÓSITO DE DIOS


No hay comentarios:

Publicar un comentario