Nos llegamos a sentir presa fácil del lobo, que nos mira y juzga por haber hecho mal las cosas, nos sentimos culpables de lo que ahora está pasando y se nos quitan las ganas de regresar al rebaño. Está ahí cerca, acechándonos y esperando el mejor momento para atacarnos, mientras seguimos alejados de la protección de nuestro buen pastor que está a lo lejos viéndonos, como si estuviera esperando que decidamos regresar. Y cada vez que pensamos en hacerlo hay algo que nos detiene, como el sentimiento de fracaso o la culpa por habernos alejado.
¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Mateo 18:12
Dejar todo su rebaño unos momentos para ir en busca de solo una oveja, habla de la importancia que le da el pastor a cada una de ellas. Aunque tiene muchas otras, no está dispuesto a perder ni una sola, y cuando va y la encuentra no le castiga por haberse ido, no la maltrata por desobediente, sino que la toma con mucha alegría y la devuelve de nuevo al rebaño
Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron. Mateo 18:13
Todos somos ovejas, y en algún momento, por curiosidad o por decisión propia, nos encontramos perdidos, alejados del rebaño de Dios haciendo algo que poco a poco, nos ha ido alejando de las demás ovejas.
Puede que no fuera tu intención pero hoy te encuentras lejos, y ni siquiera te explicas cómo y cuando pasó. Tal vez quieres regresar, y puede que el sentimiento de culpa por haber desobedecido no te deje volver; pues no te alejes más, no permitas que la culpa o la vergüenza acaben arrojándote a los brazos del lobo; el enemigo busca su presa induciéndole toda clase de pensamientos que la hagan sentir culpable o que no merece la oportunidad de volver.
Pero el pastor conoce los motivos y te perdona todo por amor. No te dejes engañar, Jesús el buen pastor, siempre está esperándote con los brazos abiertos, Él no te va a reprochar por haberte ido, no te va a amar menos por haberte alejado. Él permanece cerca, esperando a que te decidas volver, y estará feliz por tener de vuelta a su amada oveja.
Pero el pastor conoce los motivos y te perdona todo por amor. No te dejes engañar, Jesús el buen pastor, siempre está esperándote con los brazos abiertos, Él no te va a reprochar por haberte ido, no te va a amar menos por haberte alejado. Él permanece cerca, esperando a que te decidas volver, y estará feliz por tener de vuelta a su amada oveja.
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