sábado, 1 de noviembre de 2014

El amor no solo se dice, sino que se demuestra

¡Es muy bello hablar del amor! De hecho, para mí hablar del amor en todas sus manifestaciones, es uno de mis temas preferidos. Sobre todo cuando hablo y puedo compartir con otros ese amor que siento en mi corazón hacia Dios, pero que también siento que Dios tiene hacia mí y hacia cada ser humano.
Ayer meditaba en ese amor tan hermoso y puro, capaz de los más grandes sacrificios, paciente y muchas veces callado. Porque el amor no solo se dice con palabras, sino que es necesario demostrarlo a través de nuestras acciones.
La manifestación más grande de amor la demostró Jesucristo, al ofrecer su propia vida por amor a cada uno de nosotros. Él no exclamó muchas palabras allí en la Cruz del Calvario. No dio tampoco un gran discurso ni hizo alarde del enorme sacrificio que llevaba a cabo. Dijo pocas palabras, pero su acción permanece inmortal y su sangre preciosa sigue limpiando los pecados de todos aquellos que acuden a Él.
Muchas promesas de amor se hacen las parejas ante el altar o en medio de algún evento importante. Pero a la hora de la verdad, muchas, de esas palabras, son llevadas por el viento, y no queda nada de lo que se dijo, solo ruinas y dolor. Mas otras veces, en silencio, de forma muy sutil, se hacen y se demuestran las más grandes expresiones de un amor sincero.
Ese tipo de amor se ve en los rostros de esas madres que, viendo a sus hijos postrados en cama, en medio del lecho de muerte o sufriendo enfermedades mortales, mantienen una sonrisa serena, guardan en su corazón muchos sentimientos y aún así, siguen sembrando la esperanza en aquellos. Se ve en esos hombres que no dejan a sus esposas cuando las cosas van mal, que se mantienen luchando, que no hay ni cáncer ni quiebra económica que les haga perder el amor que sienten hacia sus parejas. Se ve en todos esos seres que muchas veces, a punto de renunciar, casi sin aliento y con una enorme tristeza escondida en sus miradas, siguen luchando por un mundo mejor. Perseveran esperando un milagro, aunque muchas veces sus ojos, cansados de esperar, no hayan visto nada, pero en sus corazones sigue latiendo esa fe y ese amor que les hacen tener la profunda convicción de que algo hermoso, muy pronto sucederá.

Hoy es tal vez, un día maravilloso para demostrar tu amor hacia quienes te rodean, de forma callada pero convincente. Hoy, en vez de irritarte o gritar, debes analizar y pensar si las personas que amas, lo saben de ti. O si ya se lo has demostrado a lo largo de tu vida con tus acciones, además de con tus palabras. O si por el contrario, aunque te has cansado de decírselo, a la hora de la verdad ellos no pueden ni sentirlo ni creérselo, porque no has estado en el momento en que ellos te han necesitado. 
Recuerda que una de las características del amor es que es fiel. Hoy te toca encontrar la manera de demostrar tu amor a través de la acción.

¡Qué tengas un día muy bello y bendecido!

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