jueves, 23 de octubre de 2014

Sucesos que formaron el carácter de un presidente

Teodoro Roosevelt, el vigésimo sexto presidente de los Estados Unidos, fue fortalecido por el sufrimiento. Poseía una mente muy ágil, pero tenía un cuerpo débil. Sufría de asma.
Cuando tenía 12 años su padre le dijo: “Teodoro, tú tienes la mente, pero no tienes el cuerpo, y sin la ayuda del cuerpo la mente no puede avanzar tan lejos como debiera . . . Tienes que hacerte tu propio cuerpo . . . Es un  trabajo muy difícil para uno, hacerse su propio cuerpo... pero sé que lo vas a lograr”.

Teddy, como sus compatriotas lo llamaban afectuosamente, le relató a un amigo el impacto que esas palabras de su padre, habían tenido en su vida. Por los comentarios de su padre, se vio a sí mismo como un ser humano débil, así que tenía que fortalecerse. De inmediato empezó un programa de acondicionamiento físico: hacía ejercicios con pesas y sacos de arena. Teddy se constituyó en una persona dedicada a mejorar su salud. Su determinación dio resultados y desarrolló un cuerpo fuerte y ya sin asma.

Más adelante, Teddy Roosevelt tendría que afrontar un golpe aún más duro: perdió a su madre y a su joven esposa el mismo día. Su esposa había dado a luz a una hija solo dos días antes. Él no podía explicarse el por qué de semejante tragedia. Dijo que las únicas respuestas que encontró fueron “la voluntad de Dios” y “un destino extraño y terrible”. Aunque algunos de sus biógrafos afirman
que nunca se recuperó completamente de esa tragedia, afrontó el desafío y triunfó sobre la depresión que le envolvía.

Aunque la muerte de su esposa a los 22 años de edad fue algo devastador, se sobrepuso y logró la grandeza nacional. Algunos han comentado que si no hubiera sufrido lo que sufrió, tal vez nunca hubiera llegado a ser el presidente de los Estados Unidos. Teodoro Roosevelt, como muchos otros, respondió a las pruebas y al sufrimiento haciendo más de lo que hubiera hecho si no le hubieran sucedido semejantes tragedias. 

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