Cada instancia del baile que no es considerada pecaminosa, se realizó en adoración o alabanza a Dios. Aquí están algunos principios más a tener en cuenta al considerar el baile: Eclesiastés 3:4: hay un momento apropiado para bailar (y por consiguiente un momento inapropiado para bailar), Salmo 149:3;150:4, ambos pasajes mencionan que podemos alabar o adorar a Dios con danza, Primera Corintios 6:19-20: nuestros cuerpos pertenecen a Dios, y son el templo del Espíritu Santo. Así que, todo lo que hacemos debe honrarle a él.
Por lo tanto, bailar para llamar la atención de usted o de su cuerpo sería pecaminoso. En 1ª Corintios 7:1-3, el escritor dice, "bueno le sería al hombre no tocar mujer." Pablo reconocía que los hombres tienen un impulso sexual muy fuerte cuya característica es incitar hacia él. Debido a esto, muchos estilos de bailar en pareja fuera del matrimonio pueden ser muy tentadores, especialmente para el hombre. "Huye también de las pasiones juveniles" (2ª Timoteo 2:22). Cualquier baile que despierte deseos pecaminosos en nosotros mismos o en otros es un pecado Mateo 18:6; hacer algo que podría causar a otra persona, incitarle a pecar es absolutamente abominable ante Dios. Bailar en una forma que podría incitar a otro cometer lujuria, caería bajo esta pauta. Primera Tesalonicenses 5:22, principio útil si no estamos seguros si una situación del baile es aceptable: "Absteneos de toda especie de mal." Si puede parecer pecaminoso, no lo hagas. Al fin y al cabo, hay un montón del baile que es inapropiado para los creyentes, que deben tratar en todo momento, de glorificar a Dios con sus vidas y sus cuerpos. Aunque la Biblia reconoce que podemos bailar de una manera que no tiente a otros, que tampoco nos tiente a nosotros, y traiga gloria a Dios.
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