lunes, 27 de octubre de 2014

Halloween, ¿Una celebración inofensiva?

Se acerca. Lamentablemente está ahí.  El 31 de octubre dentro del calendario satánico, se marca como el último día del año y en él se festeja el cumpleaños de Satanás a través de sacrificios de animales y humanos, incluyendo bebés, niños, jóvenes y adultos. Este es uno de los días con más movilización demoníaca y diabólica, y es cuando los satánicos dedican la tierra de su ciudad para Satanás. El satanismo está extendido actualmente, a todo el mundo y esta celebración de Halloween se realiza alrededor del mundo, a una misma hora el 31 de octubre.
Todo parece ser muy divertido e inocente: linternas de calabaza, grotescas máscaras cuya sonrisa es una mueca, largas y negras vestimentas de brujas con sombreros puntiagudos, disfraces pintados con forma de esqueletos, trajes que representan a demonios y duendes, y niños que van de puerta en puerta solicitando golosinas a los bien dispuestos vecinos. Pero cuando llega Halloween, conocido como el Día de las Brujas o Víspera de Santos, ¿no se siente usted con  ganas de que las horas pasen hasta que toda esta farsa de “dulce o travesura” termine? Si no es así, ¡tal vez lo desee después este artículo!
El lado no tan divertido de Halloween
¿Desde cuándo es aceptable que los niños pequeños amenacen con cometer  vandalismo? ¿Qué pasaría si el dueño de una casa no abriese la puerta o no tuviese los caramelos que los niños esperan? ¿Es permisible que los niños procedan a enjabonarle las ventanas, envolver sus árboles con papel higiénico, rayar con tiza su vereda o voltear las plantas cuando las ven? ¿Es correcto que los niños amenacen con cometer vandalismo en la propiedad de otros?
¿No será ya hora de que todos los ciudadanos bien intencionados digan no a Halloween? En general, el clero no se ha manifestado en contra de esta celebración. Algunas  iglesias incluso tienen festividades de Halloween, aunque ocasionalmente, unos cuantos ciudadanos hablen en su  contra, como lo demuestran muchas veces, con sus cartas al director en los periódicos. ¿Es Halloween tan solo una diversión sana e inocua, o es algo completamente distinto? ¡Usted necesita saberlo!
Dios está dando una llamada de atención a los que profesan ser cristianos. Tal como ocurrió con aquellos a quienes el profeta Elias habló en su tiempo, también esto se aplica a nosotros. Elias se presentó ante el pueblo y dijo: “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si el Eterno es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él” (1 Reyes 18:21). ¿Qué se necesitará para que los cristianos aprendan a aceptar y a defender la verdad de Dios, en vez de tradiciones dañinas que se originaron en el paganismo?
¿Dónde se originó Halloween?
¿Dónde se originó Halloween y por qué es tan ampliamente celebrado? Esto es lo que dice The Enciclopedia of Religión (La enciclopedia de las religiones): “Halloween es el nombre de la víspera de Samhain, una celebración que marcaba el comienzo del invierno y también el primer día del Año Nuevo, dentro de la antigua cultura celta de las Islas Británicas. El tiempo de Samhain comprendía entre la víspera de la festividad, el día mismo 31 de octubre y el 1 de noviembre.
“Se creía que para esta ocasión, ocurría un encuentro de fuerzas sobrenaturales como en ningún otro período del año. La víspera y el día de Samhain se caracterizaban por ser la ocasión en la que las barreras entre el mundo humano y el sobrenatural eran derribadas. "Seres" de otro mundo, como las almas de los muertos, podían visitar a los habitantes terrestres y al mismo tiempo, los humanos podían aprovechar la oportunidad de ingresar a los dominios de los dioses y criaturas sobrenaturales.
“Se ofrecían tributos de fuego y sacrificios de animales, cosechas, y posiblemente de seres humanos, para apaciguar los poderes sobrenaturales que controlaban la fertilidad de la tierra. Samhain reconocía el espectro completo de fuerzas no humanas que deambulaban por la tierra durante ese período”.
En esta festividad “se encendían grandes fogatas en la cima de los montes, para espantar a los espíritus malignos,…; las almas de los muertos, supuestamente, visitaban sus hogares en ese día, y la festividad otoñal adquiría un significado siniestro, bajo la suposición de que por todos lados deambulaban fantasmas, brujas, duendes, gatos negros, hadas y demonios de todo tipo. Era el momento de apaciguar los poderes sobrenaturales que controlaban los procesos de la naturaleza” (The Encyclopaedia Britannica).
Era, francamente hablando, un día dedicado a apaciguar a los espíritus demoniacos y al lado oscuro del mundo espiritista – algo en lo que ningún cristiano debiera tener parte alguna (Efesios 5:11).
Entonces, ¿cómo continuó esta oscura celebración hasta los tiempos modernos? Lamentablemente, Halloween vino a través de la iglesia católica romana, la cual asignó cada día del año a sus santos. Cuando llegó el momento en que tuvieron 365, los combinaron a todos juntos el primero de noviembre y lo llamaron “Día de todos los santos” o “Día de todos los santificados”, y la noche de su víspera se convirtió en “La vigilia de todos los santos” (“Hallows Eve” en inglés, que viene a significar “tarde santa”), adquiriendo por defecto el nombre Hallowe’en o Halloween.
¿Por qué escogieron este día en particular? Nuevamente, la Enciclopedia de las religiones explica: “Samhain continuó siendo una festividad popular entre los celtas durante la cristianización de Gran Bretaña. La iglesia británica intentó divergir el interés en las costumbres paganas, añadiendo una celebración cristiana al calendario, en el mismo día de Samhain. La festividad cristiana es Fiesta de todos los santos, que conmemora a los santos conocidos y desconocidos de la religión cristiana, de la misma forma que Samhain había reconocido a las deidades celtas y les había rendido tributo” .
Así pues, una celebración pagana fue re-etiquetada como cristiana.
La Biblia en oposición a Halloween
Es imposible encontrar algo que apoye a Halloween en la Biblia, porque Dios está firmemente opuesto a este plan y a las prácticas paganas y ocultas que lo acompañan. Dios le advierte a su pueblo que no tenga nada que ver con ellas: “No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo el Eterno vuestro Dios”(Levítico 19:31); “No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con el Eterno cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones el Eterno tu Dios echa estas naciones de delante de ti” (Deuteronomio 18:10-12). Ellas nos ciegan ante la verdad de Dios.
Dios no considera Halloween como algo inocente. Tal como Él dice, “no aprendáis el camino de las naciones, ni de las señales del cielo tengáis temor, aunque las naciones las   teman” (Jeremías 10:2). Y “guárdate que no tropieces yendo en pos de ellas, después que sean destruidas delante de ti; no preguntes acerca de sus dioses, diciendo: De la manera que servían aquellas naciones a sus dioses, yo también les serviré” (Deuteronomio 12:30).
Dios no siempre es paciente con aquellos que insisten en celebrar costumbres dañinas y supersticiosas como Halloween, y se cansa de ello. “El Señor no tarda en cumplir su promesa, según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con ustedes, porque no quiere que nadie perezca sino que todos se arrepientan . . . ¿no deberían vivir ustedes como Dios manda, siguiendo una conducta intachable y esperando ansiosamente la venida del día de Dios? (2 Pedro 3:9-12, Nueva Versión Internacional).
El autor de Halloween
El autor del pecado y la muerte, Satanás el diablo, es también el autor encubierto de costumbres paganas como Halloween. Jesús dijo que Satanás es un mentiroso y el padre de todas las mentiras (Juan 8:44). Dios es el dios de los vivos, no de los muertos (Mateo 22:31-32). El es Dios no solo de los verdaderos cristianos que viven hoy en día, sino también de aquellos que vivirán cuando sean levantados a nueva vida, ya que tenemos la certeza de una resurrección venidera de los muertos. Tan segura es esta resurrección, que para Dios es como si fuera un hecho ya consumado (Romanos 4:17).
Satanás, en cambio, es el “señor de los muertos”. Hebreos 2:14 dice acerca de Jesucristo que “sólo mediante la muerte podía quebrantar el poder del diablo, quien tenía el poder sobre la muerte” (Nueva Traducción Viviente). Satanás es el dueño de los muertos, ya que arrastra a las personas hacia el camino de la muerte mediante sus mentiras e influencia y, como dice el siguiente versículo, los esclaviza por el temor a la muerte.
Él ha impuesto Halloween sobre la gente que ignora la verdad, e incluso sobre cristianos bienintencionados, de una manera sutil y engañosa, perpetuándolo a través de la iglesia católica, con una “máscara cristiana” que esconde sus orígenes demoníacos.
¿Pueden las personas hacer del Halloween algo inofensivo?
Cuando tiene que ver con Halloween, o cualquier otra festividad, usted debería preguntarse: “¿hizo Dios al hombre a su imagen, o quiso Dios que el hombre recreara a Dios a imagen del hombre?” ¡Esta sí es una pregunta que da para pensar!
Puede ser que la excusa religiosa para perpetuar Halloween sea porque, como hemos visto, los líderes religiosos de antaño lo llamaron una “noche santa” para todos los santos católicos que no tenían un día asignado. Pero seamos francos: a las personas que celebran esta noche en la actualidad, no les podría importar menos tales nociones religiosas. Solo piensan en la gratificación inmediata, o sea, seguir a las masas y pasarlo bien.
La Enciclopedia de las religiones dice: “Las actividades del Halloween moderno se han enfocado en hacer travesuras y cubrirse con disfraces, representando a menudo personajes de otro mundo. Ciertas costumbres folklóricas que ahora se han convertido en juegos, como el morder manzanas flotantes, han continuado debido a las diversas prácticas de adivinación de los celebrantes de esta ocasión. Algunas figuras sobrenaturales, como el fantasma, la bruja, el vampiro, el diablo, etc, juegan un papel clave para darle un aura de misterio a la velada, sin importar que hayan tenido o no una conexión anterior con esta festividad.
“Los niños son particularmente susceptibles a la imaginería de Halloween, como se puede ver en su fascinación por la apariencia demoníaca de las calabazas esculpidas e iluminadas, conocidas como "linternas de calabaza". En tiempos recientes, los niños han adquirido la costumbre de vestirse con disfraces de Halloween y visitar casas en busca de regalos comestibles y monetarios, amenazando veladamente, con jugarle una broma al dueño si este no puede darles un regalo”.
Halloween es una de las muchas tradiciones humanas que empañan las enseñanzas bíblicas y mantienen a la gente en la oscuridad, con respecto a la verdad de Dios que nos hace libres. “Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres” (Juan 8:32). Halloween no es una festividad inofensiva para usted ni para sus niños. Dios nos advierte que debemos evitarla y debemos seguir sus caminos, ¡porque Él detesta que nos involucremos con el mundo espiritual de Satanás y sus demonios! En vez de, como Dios nos dice en Isaías 66:2: “Mi mano hizo todas estas cosas, y así todas estas cosas fueron, dice el Eterno; pero miraré a aquel que es pobre y humilde de espíritu, y que tiembla a mi palabra”.

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