Vamos a ver los rasgos característicos de la mansedumbre porque raramente obramos así. Manso no significa "débil". Una buena definición de la verdadera mansedumbre podría ser estar enojado solo en el momento correcto, en la medida correcta y por la razón correcta.
Hay un tiempo para reprimir la cólera y hay un tiempo para expresarla, y el sabio conoce la diferencia. Una persona mansa no es alguien que nunca muestra su enfado, sino alguien que nunca permite que su cólera sea incontrolada. Aunque Moisés era un hombre manso, no era perfecto. Hubo una ocasión en que Moisés dejó escapar su cólera fuera de control, y Dios lo castigó por ello. La mansedumbre no significa no tener emociones; implica estar a cargo de la emoción y canalizarla en la dirección correcta para el propósito correcto. Moisés era un hombre a quien Dios confió gran poder y responsabilidad. Dios le había dado mucho, y esperaba mucho de él.
Desarrolle verdadera mansedumbre en su vida. Mientras lo hace, recuerde la promesa de Dios en Mateo 5:5: "¡Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra!"
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