Así como las ovejas necesitan ser pastoreadas,
asimismo nosotros necesitamos ser guiados por nuestro Dios,
protegiéndonos contra los peligros, y dándonos fuerzas para
resistir las tentaciones.
Sin un pastor, las ovejas están en peligro.
Sin el buen Pastor, nosotros también estamos en peligro.
Amado Señor, gracias por ser nuestro pastor,
guiándonos a través de esta vida con amor. Amén.
Porque Él es nuestro Dios; nosotros el pueblo
de su prado y ovejas de su mano.
Salmo 95:7
Salmo 23
El Señor es mi pastor
Salmo de David .
El Señor es mi pastor, nada me falta.
2
En verdes praderas me hace descansar,
Junto a aguas tranquilas me lleva.
3
El Señor me reconforta,
me conduce por caminos rectos
haciendo honor a su nombre.
4
Aunque camine por valles sombríos
no temeré mal alguno,
porque Tú estás conmigo,
tu vara y tu cayado me sosiegan.
5
Ante mí preparas una mesa
delante de mis enemigos,
unges mi cabeza con aceite
y mi copa rebosa.
6
El bien y la bondad estarán conmigo
todos los días de mi vida,
y habitaré en la casa del Señor
durante días sin fin.
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