“Cuando la vida es buena interiormente, la vida se pone buena exteriormente”.
Muchas personas viven culpando a otros o al sistema de las cosas que les pasan, y otras se lamentan por las decisiones que tomaron y piensan que la vida no ha sido bondadosa con ellos. Es triste que muchas personas estén llevando una vida equivocada, que estén luchando por alcanzar sus sueños y metas, y no lo consiguen. Y se preguntan ¿a dónde va mi vida?
“Si usted no sabe a donde va, podría terminar en cualquier lugar.”
“Si usted no sabe a donde va, podría terminar en cualquier lugar.”
¿Cómo quieres terminar tu vida? ¿Quieres ser recordado como alguien que vivió la vida o alguien que solo consumió el oxigeno del planeta, que no sabe para qué vive?
El pensamiento de arriba dice que si tu vida interior es buena, tu vida externa lo mostrará. Y cuando hablamos de la vida interior no solamente nos referimos a lo espiritual, también incluye la mente y las emociones. Mi mente y mis emociones influyen en mi comportamiento externo.
Anímate a realizar el siguiente ejercicio: Piensa en algo bueno que te haya ocurrido recientemente, y hazte las siguientes preguntas: ¿Cómo fueron luego mis pensamientos? ¿Qué emociones se dispararon? ¿Cómo reaccioné?
Ahora piensa en algo malo, algo que a ti no te gustó y hazte las mismas preguntas. Seguro que no te gustó tu actuación. Tu estado de ánimo cambia de acuerdo a la situación o circunstancia que estés viviendo.
Todo en la vida es un asunto de control. Nuestra naturaleza es querer controlarlo todo y vivir la vida a nuestra manera, y si seguimos así terminaremos mal. Queremos controlar a Dios, controlar a las personas y controlar las situaciones, y lo que sucede es que cuando actuamos así vivimos en un descontrol, la vida se nos escapa de nuestras manos y ocurren las tragedias. ¿Cuál es tu tragedia?Ahora piensa en algo malo, algo que a ti no te gustó y hazte las mismas preguntas. Seguro que no te gustó tu actuación. Tu estado de ánimo cambia de acuerdo a la situación o circunstancia que estés viviendo.
Las tragedias hacen infelices a muchas personas y si tú quieres alcanzar la felicidad debes dejar de arruinar tus pensamientos con ellas. Y los pensamientos los puedes llegar a controlar. Tu mente se alimenta de los pensamientos que le das. Y tus acciones son resultado de tus pensamientos. ¿Cómo controlar tus pensamientos?
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” Filipenses 4:8 (RV1960)
Se nos invita a pensar en lo que es verdadero, en lo puro, en lo que es bueno. Este pasaje es la norma para filtrar nuestros pensamientos. De esto depende que mi vida vaya por buen camino. Yo elijo la clase de pensamientos que quiero tener. Si tengo una buena elección de ellos, voy a mostrar una buena actitud en la vida. Si tengo una buena actitud voy a poder planificar mejor. Y si planifico mejor, voy a tener más y mejor tiempo para vivir y sabré a dónde quiero llegar. Si tengo mejor tiempo para vivir y voy a donde quiero llegar, significa que vivo en victoria. Luego, Dios siempre cumple su Palabra.
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado”. Isaías 26:3 (RV1960)
Ahora tú puedes asumir la responsabilidad de tu vida y dejar de culpar a los demás; culparte solo a ti por las tragedias. Hoy es un buen día para elegir buenos pensamientos y diseñar buenas acciones que te lleven a la vida que Dios diseñó para ti. ¡Tú eres un ganador/a!
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