domingo, 17 de agosto de 2014

La Estrategia

Cuentan que cierto emperador chino, cuando le avisaron que en una de las provincias de su imperio había una insurrección, dijo a los ministros de su gobierno y a los jefes militares que lo rodeaban: “Vamos, síganme. Pronto destruiré a mis enemigos”
Cuando el emperador y sus tropas llegaron a donde estaban los rebeldes, el rey trató afablemente a éstos, quienes, por gratitud, se sometieron a él nuevamente.
Todos los que formaban el séquito del emperador pensaron que, él ordenaría la inmediata ejecución de aquellos que se habían sublevado contra él; pero se vieron muy sorprendidos al ver que el soberano trataba humanamente, incluso con cariño, a quienes habían sido rebeldes. Entonces, el primer ministro preguntó con enojo al emperador: “¿De esta manera cumple vuestra Excelencia su promesa? Dijo que veníamos a destruir a sus enemigos y sin embargo, los ha perdonado a todos, y a muchos hasta con cariño los ha tratado”.
Entonces el emperador, con actitud magnánima, dijo: “Les prometí destruir a mis enemigos; y todos ustedes ven que ya nadie es enemigo mío: a todos los he hecho mis amigos”.
Humanamente, lo que tendemos a hacer es aplicar la ley del Talión en correspondencia a lo que se nos hizo, y pagamos el mal con mal y el bien con bien. A quien nos levanta la voz le gritamos, si nos ofendieron buscamos ofender y así sucesivamente. Incluso algunos van mucho más allá, y a quien piense o se vea diferente lo hacen a un lado declarándolo enemigo.
Sin embargo, en Mateo 5: 43 – 48 Jesús nos deja una enseñanza: “Han oído la ley que dice: “Ama a tu prójimo” y odia a tu enemigo. Pero yo digo: ¡ama a tus enemigos! ¡Ora por los que te persiguen! De esa manera, estarás actuando como verdadero hijo de tu Padre que está en el cielo. Pues él da la luz de su sol tanto a los malos como a los buenos y envía la lluvia sobre los justos y los injustos por igual. Si sólo amas a quienes te aman, ¿qué recompensa hay por eso? Hasta los corruptos cobradores de impuestos hacen lo mismo. Si eres amable sólo con tus amigos, ¿en qué te diferencias de cualquier otro? Hasta los paganos hacen lo mismo. Pero tú debes ser perfecto, así como tu Padre en el cielo es perfecto” (NTV).
Si, basados en nuestros parámetros de justicia, nuestras ideas y conceptos, decidimos que aquellos que nos lastimaron están condenados a nuestra eterna indiferencia, que los que se ven diferentes a nosotros deben permanecer lejos y que nuestro amor sólo debe ser expresado a quienes nos tratan bien,... ¿cómo sabrá el mundo del amor de Dios? Ninguno de nosotros sabe la historia de esas personas ni por lo que están pasando, por lo que si juzgamos, basados solo en apariencias o hechos aislados, estaríamos cometiendo un terrible error.
Si nos acercáramos a ellos con amor, buscando la paz en lugar de la confrontación, podríamos conocerlos y entender sus decisiones, y lo más importante, podríamos mostrarles que hay gente que busca seguir las enseñanzas del Maestro, que viven lo que predican y así, el mundo podría ser un lugar mejor.
¡Anímate a ser diferente, usa la estrategia del amor y conquista a tus enemigos!

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