lunes, 25 de agosto de 2014

Fiel Hasta La Muerte - Crecimiento personal-espiritual

No temas en nada lo que vas a padecer. ..Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. Apocalipsis 2.10
Policarpo estudió bajo la tutela de Juan el apóstol, y estaba vivo cuando Juan escribió el Apocalipsis. Se convirtió en obispo de la iglesia de Esmirna y sirvió en la generación que siguió a la partida de Juan hacia el cielo. El libro de "Mártires de Mretyrs", relata el arresto y el martirio de Policarpo. Dice que, después de servir una comida para los guardias que lo arrestaron, Policarpo pidió poder pasar una hora orando, y le fue otorgado.
Estaba tan lleno de la gracia de Dios, que los que estaban presentes estaban atónitos y muchos lamentaban que un hombre tan venerable y piadoso fuera a morir. Sin embargo, Policarpo fue llevado ante el procónsul y condenado. El procónsul le dijo jura y te liberaré… renuncia a Cristo. A lo que Policarpo respondió: ochenta y seis años le he servido y Él nunca me hizo mal; ¿Cómo entonces, he de blasfemar a mi Rey que me salvó? Sentenciado a ser quemado vivo, fue atado, no clavado, como era costumbre a un poste para asegurarse de que permanecería inmóvil.
Muchas veces, hemos creído que debemos levantar una mano en la Iglesia en señal de recibir a Jesús como Señor y Salvador de nuestras almas, y luego continuar viviendo como bien nos parezca… Nada más alejado de la verdad, porque recibir a Jesús como Señor de nuestras vidas, va acompañado totalmente de una conversión, de arrepentimiento, y una enmienda del estilo de vida que llevábamos anteriormente. Jesús le dice a la Iglesia de Esmirna a través del Apóstol Juan, sé fiel hasta la muerte, y entonces Yo te daré… ; hay un requisito antes de recibir el premio… fidelidad. Veamos su significado.
Fiel: Que guarda fe, o es constante en sus afectos, en el cumplimiento de sus obligaciones y no defrauda la confianza depositada en él… ¿Estás siendo fiel a tu Señor? ¿Estás dispuesto a mantenerte firme ante las tentaciones de este mundo que te instan a negarle día a día?Muchas veces nos sentimos excluidos o marginados por nuestros jefes, o superiores, y permitimos que nuestro corazón se llene de resentimiento contra las personas (ellos), olvidando que toda buena dádiva, todo buen regalo, todo don, solo viene del Padre de las luces…Santiago 1.17. 
Por ignorancia buscamos culpables al no ser ascendidos en el trabajo, o no tenidos en cuenta para la toma de decisiones importantes, ya sea en el trabajo, universidad, iglesia, o cualquier otro grupo al que podamos pertenecer… llegamos a creer que no somos lo suficientemente importantes para los demás.
Pero es de suma importancia preguntarnos primero a nosotros mismos, si somos personas dignas de confianza… porque muchas veces sin darnos cuenta, hemos sido probados por los que están a nuestro alrededor, y no hemos calificado bien…
Cuando escojo un grupo de trabajo, casi nunca considero tener dentro del equipo a personas contenciosas, o difíciles de someterse a la autoridad… a eso se le llama rebeldía…y con Jesús es igual. Él observa nuestra conducta en lo poco que podamos tener o estar haciendo ahora, para luego darnos otras oportunidades e ir confiándonos más y más…Recuerda, en lo poco somos fieles, en lo mucho nos pondrá… ¿quién, Dios o el hombre? ¿Entonces con quién tenemos que ser fieles y leales? ¿De quién vendrá nuestra recompensa en esta vida y en la venidera?
Otra pregunta más, ¿ha sido Dios fiel contigo?, si tu respuesta es positiva, quizá deberías responder como nuestro hermano Policarpo “Ochenta y seis años le he servido y Él nunca me hizo mal; ¿cómo entonces, he de blasfemar a mi Rey que me salvó?”. Cuidemos nuestra conducta en lo público y en lo privado, dejemos de lamentarnos, más bien examinemos nuestro corazón, vengamos delante de Su presencia y tomemos la oportunidad de ponernos a cuentas con Él, sin olvidar que todo, absolutamente todo lo que hagamos deberá ser solo para Él, jamás para la familia, o jefe, o líder… Romanos 11:36. Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.
Querido amigo, querida amiga, dos opciones, siendo leales y esperando recompensa de los seres humanos, o sabiendo que hemos sido llamados a ser fieles y leales hasta la muerte a nuestro Dios, no a los seres humanos, para que, aquel día que nos llame a su presencia, seamos recompensados por el mismo Señor Jesucristo. Tú decides.

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