lunes, 28 de julio de 2014

Vale la Pena Pensar - Reflexiones

De vez en cuando es bueno pararse y pensar. Y vale la pena pensar en cosas como estas:
"A largo plazo, vamos forjando nuestras vidas y nos damos forma a nosotros mismos. El proceso nunca acaba hasta que morimos. Y las elecciones que hacemos dependen, en última instancia, de nuestra responsabilidad."
"Si le permitimos al temor a la pobreza gobernar nuestras vidas, nuestra recompensa será lo que tengamos, pero no viviremos."
"Uno no solo es responsable de su vida, sino que al hacer nuestro mejor esfuerzo, este momento, nos coloca en el mejor lugar para el siguiente".
"Los diamantes no son más que trozos de carbón que se aferraron a su trabajo".
"Aprendamos a disfrutar cada minuto de nuestras vidas; seamos felices ahora. No esperemos que algo externo a nosotros nos haga felices en el futuro. Pensemos en lo verdaderamente precioso que es el tiempo que tenemos para invertir, ya sea en el trabajo o con la familia. Cada minuto debe ser disfrutado y saboreado." 
La acción es una gran restauradora y creadora de confianza. La inacción no solo es el resultado sino la causa del temor. Tal vez la acción que tomemos resulte exitosa; o tal vez deberá ser seguida por ajustes o por una acción distinta. Pero cualquier acción es mejor que ninguna acción. Es realmente divertido hacer lo imposible. 
Cuidemos nuestros pensamientos; se convierten en palabras. Cuidemos nuestras palabras; se tornan acciones. Cuidemos nuestras acciones; se tornan hábitos. Cuidemos nuestros hábitos; forman nuestro carácter. Cuidemos nuestro carácter: viene a ser nuestro destino. 
Seremos tan pequeños como nuestro deseo de controlar; tan grandes como nuestra aspiración dominante. 
Echar la culpa a otros es una pérdida de tiempo. No importa cuántos fallos hallemos en otros y cuánto los culpemos, eso no nos va a cambiar. Lo único que hace echar la culpa a otros, es quitar el enfoque de nosotros mismos al buscar razones externas para explicar nuestra infelicidad o frustración. Podremos tener éxito en hacer a otros sentirse culpables de algo al echarles la culpa, pero no lo tendremos en cambiar lo que a nosotros mismos nos hace infelices.
No es que algunos tengan fuerza de voluntad y otros no. Lo que pasa es que algunos están dispuestos a cambiar y otros no.
La confianza no aparece de la nada. Es consecuencia de algo. Horas, días, semanas y años de trabajo constante y dedicación. 
Rindámonos ahora y no lo lograremos nunca. Si hacemos caso omiso a este consejo, siempre nos encontraremos a mitad de camino. En el momento que tengamos esta convicción… en ese momento nuestros sueños comenzarán a hacerse realidad. 
Vale la pena reflexionar sobre cada uno de estos aspectos. Tocan el alma y desarrollan nuestra sensibilidad. Dios nos quiere hacer cada día más sensibles.
Pero el generoso pensará generosidades, y por generosidades será exaltado. Isaiás 32:8
Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. 1 Corintios 14:20

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