martes, 15 de julio de 2014

¿Qué dice la Biblia sobre la Creación contra la teoría de la Evolución?

No es el propósito de este artículo presentar un argumento científico en el debate sobre la Creación contra la Evolución. El propósito es explicar el por qué, de acuerdo con la Biblia, el debate de la Creación contra la Evolución aún existe. Romanos 1:25 declara, “ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos, Amén.”
Un factor clave que debemos reconocer antes de nada, es que la gran mayoría de los científicos que creen en la Evolución son ateos o agnósticos. Hay algunos que se basan en una forma de ateísmo evolutivo, y otros que toman un punto de vista deísta de Dios (Dios existe, pero no está involucrado en el mundo… todo procede según un curso natural). Hay otros, pocos, que, auténtica y honestamente, miran estos datos del deísmo y llegan a la conclusión de que la Evolución encaja dentro de los informes disponibles. Sin embargo, todos éstos representan una porción insignificante entre los científicos que abogan por la Evolución. La gran mayoría de los científicos evolucionistas, sostienen que la vida evolucionó enteramente SIN ninguna intervención de un Ser superior. La Evolución es por definición, una ciencia naturalista.

Pero para que el ateísmo sea verdad, debe haber alguna explicación alternativa para cómo el universo y la vida llegaron a existir. Aunque hubo creyentes de alguna forma de Evolución que precedieron a Charles Darwin, él fue el primero en desarrollar un modelo plausible de cómo la Evolución pudo haber ocurrido, – la selección natural. Primeramente, Darwin se identificó a sí mismo como un cristiano, pero más tarde renunció a la fe cristiana y a la existencia de Dios, como resultado de algunas tragedias que sufrió en su vida. La Evolución fue “inventada” por un ateo. El objetivo inicial de Darwin no fue desaprobar la existencia de Dios, pero este es uno de los resultados finales de la teoría de la Evolución. La Evolución es un soporte del ateísmo. Los científicos evolucionistas de la actualidad, tampoco admitirán que su objetivo es dar una explicación alternativa a los orígenes de la vida, y por lo tanto, establecer una base para el ateísmo. Sin embargo, de acuerdo con la Biblia, y por eso el debate, eso es exactamente por lo que existe la teoría de la Evolución.
La Biblia nos dice, “Dice el necio en su corazón; No hay Dios.” (Salmos 14:153:1). La Biblia también proclama que la gente no tiene excusa para no creer en un Dios Creador, “Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la Creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa.” (Romanos 1:20). De acuerdo con la Biblia, cualquiera que niega la existencia de Dios es un necio. ¿Por qué entonces, hay tanta gente, incluyendo cristianos, que aceptan complacientes, que los científicos evolucionistas son intérpretes imparciales de los datos científicos?, porque de acuerdo a la Biblia, ¡todos ellos son necios! Pero la necedad no implica una falta de inteligencia, de hecho, la mayoría de los científicos evolucionistas son intelectualmente brillantes. La necedad sí que indica la incapacidad de aplicar adecuadamente el conocimiento. Proverbios 1:7 nos dice, “El principio de la sabiduría es el temor de Jehová. Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.”
Los científicos evolucionistas se mofan de la Creación y/o del Diseño Inteligente, y creen que es algo que no vale la pena examinar científicamente. Para que algo sea considerado una “ciencia”, dicen ellos, debe estar sujeto a observación y probado, debe ser “naturalista”. Y La Creación es por definición, “sobrenatural.” Dios y lo sobrenatural, no pueden ser observados o probados (y así sigue su argumento), por lo tanto la Creación y/o el Diseño Inteligente no pueden ser considerados una ciencia. 

Como resultado, todos los datos son filtrados a través de lo que ellos creen, como la preconcebida, presupuesta, y previamente aceptada teoría de la Evolución, sin la consideración de otras explicaciones.
Sin embargo, el origen del universo y el origen de la vida no pueden ser probados u observados. Ambas teorías, la Creación y la Evolución están basadas en sistemas de fe, cuando hablan de los orígenes. Ninguna de estas teorías puede ser probada porque no podemos regresar a billones (o miles) de años atrás, para observar el origen del universo y la vida en el mismo. Los científicos evolucionistas rechazan la Creación en terrenos que lógicamente, los forzarían también a rechazar la Evolución, como una explicación “científica” de los orígenes. La Evolución, al menos en lo concerniente a los orígenes, no encaja en la definición de “ciencia” más de lo que lo hace la Creación. Dicen que, la Evolución es supuestamente, la única explicación de los orígenes que "podría ser probada"; por lo tanto, es la única teoría de los orígenes que puede ser considerada “científica”. ¡Eso es una solemne tontería!, porque los científicos partidarios de la Evolución, están rechazando una admisible teoría de los orígenes sin más, sin ni siquiera examinar honestamente sus méritos, solo porque no se ajusta a su estrecha e ilógica definición de lo que llaman “ciencia.”
Pero si la Creación es verdad, entonces hay un Creador ante Quien somos responsables; esto no lo dicen, claro está. La Evolución es un soporte para el ateísmo. La Evolución da a los ateos una base para explicar cómo existe la vida aparte de un Dios Creador. La Evolución niega la necesidad de un Dios que esté involucrado en el universo. La Evolución es la “teoría de la creación” para la “religión” del ateísmo. 

Pero de acuerdo a la Biblia, la elección es clara. Podemos creer en la Palabra de nuestro omnipotente y omnisciente Dios, o podemos creer en las explicaciones de la ilógica tendencia “científica” de los necios.


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