miércoles, 11 de junio de 2014

La oración de fe

Cuando hacemos la oración de fe, estamos orando a la voluntad de Dios para que se hagan las cosas en la tierra, como se hacen en el cielo.
La oración de fe es valiente y se hace desde un fundamento de fe sólido. La persona que hace esta oración está segura de la voluntad de Dios para la situación o el asunto que tiene entre sus manos. Tiene seguridad y esperanza, sabiendo que es la voluntad de Dios responder a su oración. "La oración de fe tiene poder. La oración de fe tiene confianza. La oración de fe tiene sanidad para el cuerpo y el alma".
La Iglesia del Nuevo Testamento estaba haciendo este tipo de oración cuando oraba por Pedro. Justo en medio de su oración, oyeron golpes en la puerta, y era Pedro. Se quedaron asombrados.
Podemos ver muchos otros ejemplos de esta oración en el ministerio de Jesús, de los apóstoles y en nuestras vidas hoy. Los apóstoles oraron sabiendo cuál era la voluntad de Dios para las situaciones que afrontaban.
Muchos creyentes temen que, cuando dejen sus cosas para que se haga la "voluntad de Dios", puede que no reciban la solución, provisión, sanidad o liberación que necesitan. Pero no conocen la voluntad de Dios para ellos. Según la oración modelo que Jesús dio a sus discípulos en Mateo 6:9-13, debemos orar para que se haga la voluntad de Dios. La gente "renuncia a su inteligencia" en ese momento, ante el Dios desconocido... No dice: "Si es tu voluntad" y se detiene justo ahí. ¡No!, ahí hay una coma, no un punto. La oración es así: "Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra"(Lucas 11:2)". Hay una diferencia significativa...

Fe en la voluntad de Dios.
Cuando hacemos la oración de fe, estamos orando según la voluntad de Dios para que se hagan las cosas en la tierra, como se hacen en el cielo. Aquí es donde es muy importante una revelación clara del Reino. ¿Es que hay alguna enfermedad en el cielo? ¿Acaso hay alguna carencia en el cielo? ¿Hay alguna persona no salvada en el cielo? Debemos tener fe para creer que, Dios quiere que su voluntad para nuestra salud, prosperidad y la salvación completa, se manifieste no sólo cuando vayamos al cielo, sino también mientras habitamos en la tierra. Es para su gloria. Cuando las personas ven que Dios escucha a su pueblo y contesta sus oraciones, eso es un testimonio para Él. Las personas son atraídas a Dios cuando pueden ver mediante sus testigos, que Él es un Dios que oye, y si oye, ellos saben que responderá.
Porque Jesús dijo: "Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia" (Juan 10:10). Tiene usted que tener la seguridad de que la voluntad de Dios para usted es que, cuando ore, lo haga con confianza y fe en que Él responderá.
El Señor quiere que tengamos más fe. Cuando varios están orando juntos por la misma petición y uno ha hecho la oración de fe, el Espíritu Santo glorificará a Jesús dando testimonio de la oración que se ha oído... El Señor quiere que sepamos que Él nos ha oído. Tenemos que darle gracias y alabarle por responder, y eso nos ayudará mucho cuando oremos.

Una gran fe.
Hay muchos tipos distintos de fe: (1) fe para ser salvo, (2) fe general en lo que a usted le parece real, (3) fe en que Dios es real, (4) fe en que su silla no se romperá cuando se siente sobre ella, etc. Pero estamos hablando de otro tipo de fe, una fe especial. La Nueva Traducción Viviente dice: "A otro el mismo Espíritu le da gran fe" (1 Corintios 12:9). Esta fe, también denominada fe especial, es uno de los dones espirituales. Usted verá que si da un paso de fe, si usa su propia fe, la que tiene como cristiano, cuando se le acabe, a menudo se activará esta fe sobrenatural. La razón por la que no les ha sucedido a muchas personas, es porque no usan primero la que ya tienen.
Cada creyente ya tiene una fe general o salvadora, la cual también es un don. Efesios 2:8 dice: "Porque por gracia sois salvos, por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios". La fe por la que usted es salvo es un don de Dios, pero no es uno de los nueve dones del Espíritu. La fe salvadora usted la recibe oyendo la Palabra, porque la Biblia dice: "Así que la fe (fe salvadora) es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios" (Romanos 10:17).
La fe de la que estamos hablando, "fe especial", es distinta a la fe general o fe salvadora. Es una manifestación sobrenatural del Espíritu Santo, mediante la cual un creyente es capacitado con una fe especial o gran fe, que está por encima de la fe salvadora.
Este es el tipo de fe que usted necesita para mover las obstrucciones y los obstáculos de su camino. Enfermedades, problemas económicos, abusos, orgullo, desempleo, ataduras y fortalezas de todo tipo no podrán permanecer en su vida cuando usted ore con esta gran fe. ¡Se irán!
Lo único que tiene que hacer es creer, y nada será imposible para usted (Marcos 9:23). Esta fe especial hará que usted hable, como Jesús, a demonios tercos y les diga: "Espíritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él" (verso 25).
La fe especial es la gran fe que Jesús tuvo durante su ministerio en la tierra, y Él dijo que nosotros caminaríamos en un poder incluso mayor y haríamos cosas mayores de las que Él hizo.

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