sábado, 3 de mayo de 2014

Otros amores

La infidelidad es el incumplimiento del compromiso de fidelidad o la falta de ésta. Es romper de forma consciente, un acuerdo afectivo.
Las causas de la infidelidad son múltiples. Una de las formas como empieza es cuando dos personas, comprometidas, empiezan a hablar de sus luchas íntimas, dudas o sentimientos con otras personas ajenas a su relación. Ahí es donde comienza la mezcla de emociones y seguidamente, se van desencadenando otras etapas, que desembocan en una traición al cónyuge.
Lamentablemente, los casos de infidelidad y adulterio han aumentado con cifras alarmantes; muchos de los matrimonios empiezan con gran ánimo, amor y gran expectativa, factores que se desvanecen cuando una tercera persona ingresa a sus vidas. En resumen, el adulterio se da cuando una de las partes se involucra con otra persona, rompiendo así su promesa de sólo darse a su cónyuge.
Seguro que, al enterarte de casos de infidelidad o adulterio de otras personas, hay varias preguntas que vienen a tu mente: ¿Cómo es posible que esté pasando esto? ¿No pensó en sus hijos, en su esposa? ¡Qué desconsiderado/a! Sin embargo, aunque nos molesta esta actitud nosotros también podemos ser infieles a  Dios. 2ª Corintios 11:2-3 “Porque os celo con celo de Dios; pues os he desposado con un solo esposo, para presentaros como una virgen pura a Cristo. Pero temo que como la serpiente con su astucia engañó a Eva, vuestros sentidos sean de alguna manera extraviados de la sincera fidelidad a Cristo.”
Todos somos propensos a extraviarnos e irnos detrás de otros amores, si no tomamos las debidas precauciones para mantener protegido nuestro amor. ¿Te imaginas cómo te sentirías, al saber que aquella persona que prometió amarte, ahora esté involucrada con otra? La descripción del dolor no alcanzaría a completarse sólo en unas palabras, sino que se podría decir que el corazón se parte en mil pedazos. Muchas personas, que han experimentado esta trágica situación, tardan mucho tiempo en superarlo, se sienten denigrados, no valorados, traicionados, etc. ¿Cómo se sentirá Dios, al ver que nosotros nos vamos tras otros amores? Pues al igual que a cualquier persona, su corazón también es dolido.
Por eso no debemos descuidar nuestra relación con Él, debemos contarle el más íntimo detalle de nosotros, nuestras preocupaciones, luchas, victorias. Esto nos llevará a mostrarle nuestra fidelidad.
Si consideras que te has alejado de Dios, y que no forma parte importante de tu vida, puedes volver a Él, sólo tienes que acercarte nuevamente y reiniciar una relación. Él no te reprochará nada ni te rechazará, al contrario, te espera con los brazos abiertos.
No dudes y haz un compromiso de fidelidad con tu esposo, con tu familia y sobre todo con Dios.

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