sábado, 3 de mayo de 2014

La Cultura De la Esperanza

En el pasillo de las oficinas de nuestra iglesia está colgado un texto, enmarcado, con una hermosa caligrafía, que dice, “La clave para todo esfuerzo en la vida son las relaciones saludables.” Uno de los valores centrales de mi iglesia son ellas.
Para el Señor son tan importantes las relaciones saludables, que Él prefiere que no tengamos iglesia si ellas faltan. Jesús dijo que, si al llevar una ofrenda al altar, recordamos que tenemos una relación deshecha con alguien, debemos dejar la ofrenda e ir para arreglarla y luego regresar para presentar la ofrenda. (Mateo 5:23;24)
Buenas relaciones son las que Dios usa para hacer su trabajo (por medio de su Iglesia). 

Los que sufren de parálisis cerebral tienen la frustrante lucha de tener una mente brillante, que sabe lo que el cuerpo quiere hacer, pero los músculos no responden a los impulsos del cerebro. El cuerpo de Cristo puede sufrir una disfunción similar, cuando el cuerpo no coopera con la cabeza, El Señor mismo. Si vamos a alcanzar al mundo, primero tenemos que sanar nuestros cuerpos para poder trabajar todos juntos. La Iglesia se convierte en una hermosa expresión de Jesús, cuando la salud en las relaciones entre los miembros de la iglesia, está a un alto nivel.

Jesús envió a sus discípulos de dos en dos, para que otros pudiesen ver el mensaje de las buenas nuevas por medio de su relación. Si el evangelio no es creíble por nuestras relaciones, no será valorado por otros. El regalo más extravagante y costoso que haya sido comprado fue hecho a través de la cruz, cuando Jesús murió para establecer relaciones saludables de Dios con cada uno. Debemos ser diligentes en preservar la unidad del Espíritu en nuestros equipos, para hacer nuestro mensaje más atractivo.

Las relaciones saludables crecen cuando el ambiente en nuestros equipos es sano. Para cambiar, los líderes de la iglesia necesitan cambiar la cultura en los miembros de su iglesia.
Necesitamos crear un sistema para mantener la esperanza viva. Entonces, lo que no puede crecer en el mundo puede crecer en la Iglesia porque el ambiente es el correcto.
 En mi iglesia,“New Hope Oahu", 
yo quiero crear un clima que es exactamente, lo que nuestro nombre significa: “Nueva Esperanza.” Necesitamos una cultura que permita a personas heridas sin esperanza, que encuentren una nueva esperanza en nuestra iglesia. ¿Cómo pueden los líderes de equipos cambiar la cultura de su ministerio?

Primero, determine la cultura que quiere en su iglesia. El objetivo fundamental de nuestro núcleo de valor se puso de manifiesto, después de dialogar con más de 300 personas en nuestros equipos, cuando les hacíamos la pregunta, “¿Qué es lo que valoran en New Hope?”

Segundo, cómo decide un líder, por sí mismo, vivir esa cultura. Si quiere aceptación, acepte a los demás. Si quiere excelencia, haga lo mejor. Si quiere que le rindan cuentas, sea también responsable en rendir cuentas a alguien. Puede enseñar todo lo que sabe, pero al final se verá lo que es.


Tercero, promueva esa cultura donde y como quiera verla crecer. En vez de buscar lo que está mal, primero celebre lo que está bien. Haga héroes de esos que modelan la cultura con altura de miras.

Finalmente, vuelva continuamente al núcleo de valores rectificando lo que sea necesario. Permita que el enfoque de la corrección no sea lo que usted, como líder, quiere, sino lo que sea el valor central de su iglesia.


¿Cuál es el valor principal de su iglesia? ¿Qué es lo que más valora? Tome tiempo para pensar juntamente con su equipo. A medida que cambias la cultura, tu iglesia también cambiará.



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