miércoles, 7 de mayo de 2014

¿Hijo de Dios o hijo de desobediencia?

Liberados de la esclavitud del pecado.


Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel
que hace pecado, esclavo es del pecado. 
Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí queda para siempre. 
Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. 
(Juan 8:34 -36)

Dios nos enseña en su palabra, que debemos abstenernos de los placeres mundanos y nos propone que le adoremos a Él, porque es el creador y dueño de todas las cosas que están en los cielos y en la tierra. El mundo no entiende por qué los cristianos entregamos nuestras vidas a Jesús y renunciamos a muchos placeres de la carne; no logran comprender cómo podemos abstenernos de algunos hábitos, tan comunes de este mundo. Piensan que somos esclavos de un Dios, que de existir, se parecería más a un tirano castrador que a un padre amoroso y compasivo. ¿Tú crees que esto sea verdad? ¡Seguro que no.
¿Un hijo que obedece a sus padres es un esclavo? ¡No! Entonces... ¿por qué la mayoría de las personas piensan así?... sencillo... ¡son incrédulos! Sus duros corazones se niegan a aceptar la palabra de Dios, y por más esfuerzos mentales que hagan para lograr comprender, lo que para ellos es una extraña forma de actuar, no lo lograrán, porque esta es una forma espiritual, que no se razona con los sentidos, y menos ellos que están llenos de escepticismo. 

Pero nosotros disfrutamos con gozo en el espíritu, de esta libertad a la que Dios nos ha llamado, y sabemos que somos libres del pecado y nos alegramos por eso, libres del engaño, libres de la muerte y del infierno; fuimos liberados de nuestras cárceles mundanas por medio de Jesucristo, nuestro Señor y Salvador ¡Gloria a Dios!

"Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! (Romanos 8:15).

La mente humana usa solo el 10% de su capacidad cerebral, por una simple razón... !el pecado! El pecado nos alejó de Dios y disminuyó también nuestra capacidad de razonamiento. Por este motivo, durante siglos la humanidad ha provocado todo tipo de atrocidades: guerras, pestes, hambrunas, etc. 

El padre de la mentira, Satanás, ha corrompido los sentidos de los hombres. Todos somos descendientes de Adán y Eva, por eso el pecado llegó a todo el mundo y como consecuencia, la muerte.
Y aunque muchos "intelectuales" intentan convencer a todos, de que la especie humana está en un proceso evolutivo, camino a convertirse en seres más inteligentes, pacíficos y con más valores humanos, esto no se aprecia en las nuevas generaciones. 

Hoy en día, más que nunca, los valores están totalmente invertidos y con gran velocidad se está multiplicando la inmoralidad, la violencia, el desamor en la familia, los actos de maldad, etc.. Sin ninguna duda, esto es todo lo opuesto a evolucionar. 
Y además, es evidente que, la mayoría de las personas han rechazado la corrección del Padre eterno y han optado por ser hijos de perdición, han elegido creer el engaño y ser esclavos de la mentira de Satanás. Pero de la misma forma que la humanidad ha rechazado al Creador del universo, así mismo será rechazada en el gran día del Señor.

Mas los cristianos jamás seremos esclavos, porque somos hijos del Rey de Reyes y nos gozamos porque nuestra redención está cerca, pero en cambio, para los hijos de la desobediencia sólo les queda la condenación.

 "Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro (Romanos 6:23)".
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16).

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