viernes, 11 de abril de 2014

¿Qué ves cuando te miras al espejo?

¿Que ves cuando te miras al espejo? Una persona con un trastorno alimenticio ve una imagen distorsionada de sí mismo/a. El término trastorno alimenticio se usa para describir diferentes categorías de irregularidades, en la conducta alimentaria de un individuo. Esto puede significar: comer en exceso, no comer lo suficiente, o comer extremadamente desequilibrado, tremendamente insano. El desorden de comer es crónico y progresivo. La persona nunca se sentirá satisfecha con su peso o apariencia, porque la raíz de su problema se encuentra en su interior. El trasfondo de un trastorno alimenticio, la causa, puede ser: baja auto estima, inseguridad, falta de identidad, problemas familiares, una violación, un abuso (sexual, físico, emocional, psicológico), padres autoritarios...
Dentro de los trastornos alimenticios se encuentran la anorexia y la bulimia. La anorexia consiste en la privación de comer y la pérdida excesiva de peso. Para rebajar su peso la persona se convence de que no tiene hambre, toma pastillas de dieta, o come poquísimo y convulsivamente y, como consecuencia, vomita. Mientras que la bulimia consiste en comer demasiado, generalmente a escondidas o en privado, y provocar  el vómito, o hacer ejercicios exagerados para deshacerse de las calorías y la comida ingerida.
Los trastornos alimenticios se suelen desarrollar entre los 11 y 14 años, con casos reportados, y excepcionales, de niños de 6 y 7 años. Expertos de diferentes países, informaron que los trastornos alimenticios van cada día en aumento.
¿Cómo identificar un trastorno alimenticio?
- Rápida pérdida de peso en semanas o meses; uno se siente gordo aunque haya perdido peso; temor intenso a subir de peso; interés inusual en las calorías de cada comida; uso de laxantes, diuréticos, o píldoras de perder peso; se esconde para comer (a veces se levanta de madrugada para comer grandes porciones); hace ejercicios compulsivos; se desaparece enseguida que acaba de comer; se usa ropa suelta para esconder la pérdida de peso; depresión; irritabilidad; ansiedad; insomnio.
- Algunos síntomas físicos pueden ser: adelgazamiento de los huesos (osteoporosis); pérdida de cabello; pérdida de dientes; afinamiento del pelo corporal; uñas frágiles; debilidad muscular; piel seca o amarillenta; anemia progresiva; constipación; baja presión arterial; ritmo cardíaco y respiratorio más lento; baja temperatura corporal; letargo; irregularidad o pérdida de la menstruación, inflamación del esófago (especialmente en el caso de la bulimia); neumonía; órganos dañados, especialmente el corazón, cerebro, riñones, intestino e hígado, y el sistema endocrino (anormalidades en la tiroides); muerte por pasar hambre, suicidio.
¿Cómo reaccionar si se tiene un trastorno alimenticio?

Una persona con anorexia o bulimia tiene pensamientos obsesivos compulsivos continuos, que afectan a su cotidianidad y percepción de si mismo.
1. Comienza por conocer a Cristo. Empieza con decirle: Cristo entra en mi corazón y restaura mi vida. Puede que ya conozcas a Cristo, pero has estado luchando en esta área; permite, pues, que Dios te saque de ese lugar de cautividad y tormento. ¡Conoce tu identidad en Cristo! ¿Qué dice Dios acerca de ti? ¿Cómo te ve Dios? Eres su tesoro especial, escogido en amor, creado a Su imagen con un propósito muy especial, predestinado para grandes cosas.
2. Busca la acción médica inmediatamente. Es necesario regular el peso y seguir un plan nutritivo saludable. Hay casos en los que la persona necesita ser hospitalizada por desnutrición, y suelen ser habituales las complicaciones de salud mental y física.
3. Busca consejería individual y familiar para lidiar con la causa del desorden alimenticio.
4. Renueva tu mente con el conocimiento de Dios. Un desorden alimenticio distorsiona la realidad y causa tormento en la mente. No te apropies por los pensamientos que continuamente bombardean tu mente y afectan a tu vida. Declara la Palabra de Dios sobre tu vida, creyendo que Su Palabra no vuelve de vacío a ÉL. Dirige a la, y convierte en, todo pensamiento de tormento en obediencia a Jesucristo, como según 2 Corintios 10:5 “derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.”
Para concluir, los medios de comunicación, y el medio ambiente, difunden trastornos alimenticios en niños y adolescentes. Ora por tus hijos, reafírmales en su identidad en Cristo, eleva su autoestima, y edúcales sobre los peligros de un desorden de comer, para que no sean influenciados y tengan las herramientas correctas.

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