Michael pudo haberse negado a ser la estrella ese día, pero permitió que su equipo se llevara la fama. Una de las frases que dijo fue: “El talento gana partidos, pero el trabajo en equipo y la inteligencia gana campeonatos”.
Nuestra sociedad tiende a convertir los niveles individuales de éxito en una cuestión glamurosa, sin considerar el proceso en su totalidad. Si los objetivos se conciben y logran como equipo, las carreras u objetivos individuales destacarán por sí mismos.
Dios no quiere que nosotros seamos individualistas o que obtengamos algo sólo para nuestro beneficio, desea que pensemos en los demás, que aprendamos a trabajar en equipo y ayudemos a sobresalir a aquellos que piensan que no pueden hacerlo por sí mismos.
Tal es el caso de los amigos del paralítico que nos relata la Biblia. Ellos hubieran podido ir solos a conocer a Jesús, dejando a su amigo postrado en su cama, pero tuvieron una actitud diferente, no pensaron en ellos mismos sino en su amigo y en la felicidad que le darían. Todos trabajaron en equipo para llevarle y bajarle por el techo para que Jesús le viera y le sanara. Marcos 2.1-12
“Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo. Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero ¡Ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; más ¿cómo se calentará uno solo? Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto”. Eclesiastés 4:9-12
Aprende a trabajar en equipo y ayuda a aquellos que necesitan de ti.
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