En la Biblia, en Colosenses 3:23 leemos: y
todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el
Señor y no para los hombres. No hace mucho tiempo pude adquirir, por correo electrónico, un vídeo musical del concierto
que dirigió y cantó Marcos Witt en Puerto Rico, con motivo del 25 aniversario
de su ministerio pastoral. Solamente decir que este hombre, aparte de cantautor
cristiano excelente, es compositor, pastor y líder cristiano-evangélico.
Esta canción dio la vuelta al mundo, se vendieron
miles y miles de copias; hay múltiples versiones de ella, como la última
precisamente en este concierto, una bachata, como le enseñó nuestro querido y
admirado Juan Luis Guerra. Pero la mejor versión de todas es la de Dios, porque
sólo Él sabe cómo hacer para que todo, absolutamente todo en nuestro corazón, sea cambiado y enfocado a Él.
Marcos la compuso con todo su corazón, como para el
Señor, pero… cuando la acabó comprendió que, aunque verdaderamente excelsa,
necesitaba un complemento, necesitaba algo más.
Y no fue sino hasta 15 años después, cuando encontró, gracias a Dios, ese complemento que le faltaba, que fue al componer la canción “Yo
te busco”. Ésta dice textualmente “Yo te busco con fuego en mi corazón, te
anhelo, te necesito, te amo más que a mi ser”. ¿Por qué le buscamos así? Porque
necesitamos de Él, porque reconocemos que no somos nada sin Él, y le pedimos, y
aquí enlazamos de nuevo con la primera canción, que nos “renueve”, “que nos cambie”.
Y volviendo a la Biblia vemos: En aquel momento los
discípulos de Jesús no le entendían, después sí, cuando, como leemos en Juan 10:10, (supongo que lo
sabes), Jesús les dijo: “Yo he venido
para que tengan vida y para que la tengan en abundancia”. Y en Juan 8:12 Jesús les habló en otra ocasión
diciendo: Yo soy la luz del mundo; el
que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
Te
rogamos, Señor, que encontremos el complemento necesario a la renovación que tu
corazón nos ofrece y que tengamos siempre “tu vida en abundancia”. En el nombre
de Jesús. Amén.
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