lunes, 3 de marzo de 2014

Invité al amor a entrar a mi casa

Una mujer salió de su casa y vio a tres hombres con largas barbas blancas, sentados frente a su patio. No les reconoció.
Entonces ella dijo: - Creo que no les conozco, quizá tengan hambre. Por favor, entren y coman algo.
-¿El hombre de la casa está? - preguntaron.
-No, dijo ella, está fuera... 
-Entonces no debemos entrar, respondieron.
Por la noche cuando el marido llegó, ella le contó lo que aconteció. 
-Vete y diles que estoy en casa e invítales a entrar. La mujer salió y les invitó a entrar.
  -  No podemos entrar juntos, respondieron. 
-    -¿Por qué?, quiso ella saber. Uno de los viejos le explicó:
-       -  Su nombre es ABUNDANCIA, dijo apuntando a uno de sus amigos, y mostrando al otro, 
-         Él es el ÉXITO y yo soy el AMOR. Y agregó:
Ahora vaya y discuta con su marido cuál de nosotros quieren ustedes que entre en su casa.
La mujer entró y habló con el marido. Él se quedó sorprendido y dijo: 
- ¡Qué bueno! En este caso vamos a invitar a la ABUNDANCIA. Déjale entrar y llenar nuestra casa de abundancia.
La esposa, disconforme le dijo: 
- Mi querido, ¿por qué no invitamos al ÉXITO?  La cuñada, que oía del otro lado de la casa, les presentó su sugerencia: 
- ¿No sería mejor invitar al AMOR? Nuestra casa estará entonces llena de amor.
-     Atendamos el consejo de mi cuñada, dijo el marido a la esposa: 
    - Vete afuera y llama al AMOR para ser nuestro invitado. El AMOR se levantó y siguió en dirección a la casa. Los otros dos se levantaron y le siguieron.
Sorprendida la señora les preguntó: 
- Sólo invité al AMOR, ¿por qué vosotros dos entrasteis? Los viejos hombres respondieron juntos: 
- Si usted invitara a la ABUNDANCIA o al ÉXITO, los otros dos esperarían aquí fuera, pero si usted invita al AMOR, donde él vaya iremos todos. Porque donde está el AMOR, está también la ABUNDANCIA y el ÉXITO.

¡Donde hay AMOR, hay también ABUNDANCIA y ÉXITO!

Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. 1 Corintios 13:13

Mis deseos para ti:
Cuando tengas dolor, te deseo paz y perdón.
Cuando tengas dudas propias, te deseo confianza renovada en tu capacidad para lidiar con ellas.
Cuando tengas cansancio o extenuación, te deseo comprensión, paciencia y fuerzas renovadas.
Cuando tengas miedo, te deseo amor y coraje.

Fdo.: M.Gayo

No hay comentarios:

Publicar un comentario