“No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.”
Isaías 41:10 Nueva Traducción Viviente.
Cuando DIOS declara en las Escrituras que es Él quien sustenta a los suyos, lo hace con el propósito específico de ofrecerles descanso porque sus recursos y poder son inagotables; por el contrario el ser humano es limitado.
El creyente corre el riesgo de hacerse daño cuando pone sobre sí mismo el peso de la obra de DIOS, pues si realmente está realizando la obra que el Todopoderoso le ha encomendado, ésta será de gran tamaño para él. Pero es mediante el poder del Espíritu Santo de DIOS como se realizan las grandes obras:
“No es por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.”
Zacarías 4:6 Nueva Traducción Viviente (NTV).
El SEÑOR puede realizar muchísimo más en un instante que todo el esfuerzo del creyente. Él puede abrir las puertas necesarias que nadie más puede abrir. Él puede recuperar lo que los suyos han perdido en cuestión de segundos.
Cuando una obra encomendada por el SEÑOR es terminada, debe quedar claro que fue solamente Él quien la hizo posible, por lo que el creyente puede respirar tranquilo sabiendo que no depende de él lo que se le ha encomendado.
El poder de DIOS, desatado por la Palabra que encomendó la obra, es suficiente para cargar su peso. Pero si el creyente intenta llevar ese peso le consumirá, pues las obras de DIOS van más allá de los esfuerzos humanos.
Permite que sea DIOS tu fortaleza en toda obra que te encomiende, no intentes cargar con su peso.
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