miércoles, 1 de enero de 2014

Cuando el médico dice: es ¡cáncer! - Ánimo en mensaje

Este escrito va dirigido especialmente a aquellas personas a las que les han diagnosticado cáncer y a sus familiares. 
cancerCuando a mi padre, hace alrededor de dos 2 meses, el médico le dijo: “¡es cáncer!”, sentimos nuestro corazón romperse en pedacitos. Siempre le he pedido a Dios que si tengo que pasar y afrontar el dolor, que no permita que sea en vano, que me sirva siempre para ser mejor, además de inspirar a otros a salir adelante.
Mi padre, como todo un guerrero, ha estado continuamente luchando y perseverando. En la mañana de hoy mi padre fue intervenido, y confiamos en que saldrá bien de todo este proceso, porque si hay algo que tenemos muy claro es que Dios no ha terminado con nosotros y que Él cumplirá los propósitos que tiene para nuestras vidas.
No sé cómo te sientes tú, y tampoco sé a ciencia cierta, cómo se ha sentido mi padre en todo este proceso. Sí le he visto debilitarse, pasar fuertes dolores y sentir preocupación por nosotras sus hijas, esposa y demás familiares y amigos. Pero en todo este proceso, y a lo largo de mi vida, nunca le he visto, ni escuchado, renegar de Dios. Más bien he visto, que en medio de las fuertes pruebas ha mantenido su plena confianza y fidelidad en Aquel, que él sabe que le escogió desde el vientre de su madre para propósitos eternos.

Él no ha dejado de orar ni un solo día y he admirado su corazón sensible, agradecido y apasionado por Dios. Porque papi siempre dice: “Dios es Dios en el cielo y en la tierra”. Sé que no es fácil conllevar situaciones de enfermedades y conflictos difíciles que a veces la vida nos presenta, pero algo que he experimentado en mis 32 años de vida es que Dios siempre es fiel. Y en este proceso hemos podido experimentar su fortaleza y su paz que sobrepasa todo entendimiento.

Hoy, desde mi corazón, profundamente, yo quiero alabar y exaltar el nombre del Señor porque Él sigue siendo bueno, sigue cobijándonos y jamás nos desampara. Lágrimas corren por mis mejillas, mi alma está emocionada y conmovida porque puedo sentir su amor en cada célula de mi cuerpo, aunque muchas veces no logro comprender todas las cosas que pasan. Pero yo quiero invitarte a ti, que estás pasando por el dolor, que sientes que atraviesas el valle de la sombra y de la muerte, a que alabes a Dios desde lo profundo de tu alma. Independientemente de las cosas que puedan suceder, recuerda que Él nunca permitirá que pases más de lo que tú puedas afrontar y soportar.

Como todos los días, antes de despedirse para irse hacia el hospital, mi padre me dijo dos cosas que siempre dice: “hija mía, te amo y perdóname si en algo te ofendí”. Le abracé y pedí a papito Dios que le bendiga, guarde y proteja, que me permita disfrutar de él muchos años más y que pueda verme realizar aquellos sueños y metas que él sabe que tengo en mi mente.

Hace ya algunas horas que salió del quirófano. Mi mamá llamó y dijo que hasta el momento todo va bien. Espero ansiosa que pronto sea dado de alta, verle a mi lado y saber que si todavía está al lado mío es porque Dios está cumpliendo su propósito en nuestras vidas, y nos ayudará a enfrentarnos juntos a cada prueba que venga en el camino.

Sólo quiero pedirte que confíes ciegamente en que Dios no se ha olvidado de ti, que estás muy presente en sus pensamientos y más aún cerquita de su corazón, que debes ser fuerte y seguir luchando con valor. Sea cáncer o cualquier enfermedad o problema, Jehová cumplirá su propósito en ti y también en mí.

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