Gratitud en la Biblia, aprende a ser grato a Dios
“DAD GRACIAS EN TODO…” (1 Tesalonisences 5:18)
Pablo estaba en prisión cuando escribió: “Dad gracias en todo…”. Él comprendió que la gratitud es una elección diaria que cambia y alegra la vida. Si no lo haces, pierdes el gozo de una vida a nivel superior. Sencillamente, la gratitud es la actitud que marca nuestras “miras” de vida. Pero desdichadamente, muchos de nosotros elegimos un tipo de vida inferior.
Ser desagradecido es un enfoque de vida que se arrastra, se lamenta, y trata de pasar inadvertido por debajo del alcance del “radar” de la esperanza. Es un tipo de vida bajo y sucio, ambiguo, desalentado, depresivo, desagradecido, quejumbroso y negativo. Y todos hemos estado allí, en ese estado. Pero hay otro tipo, un tipo de “altitud” superior, allí arriba donde el aire es limpio, donde el sol brilla y el futuro es tan radiante como las promesas de Dios. Esta vida “vuela muy alto” y se niega a centrarse en lo negativo. Si alguna vez has “volado” por allí, entonces sabes que es donde quieres pasar cada día.
Matthew Henry, el famoso erudito de la Biblia, vivió de esa manera. Hace más de doscientos cincuenta años escribió estas palabras en su diario después de que le hubieran robado todo el dinero que tenía: “Quiero ser agradecido porque: en primer lugar, nunca antes me han robado; en segundo lugar, aunque se hayan llevado mi cartera, no se han llevado mi vida: en tercer lugar, aunque se apropiaron de todo lo que tenía, no era mucho; en cuarto lugar, fui yo el robado y no el que robó”. ¡Menuda actitud victoriosa! Ya que la gratitud es una elección, contéstate a esta pregunta: ‘¿Soy una persona agradecida?’. Si no te gusta la respuesta, ¡haz algo al respecto!
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