domingo, 14 de julio de 2013

Atrapado pudiendo escapar - Devocional

Hay cosas que podemos dejar sólo con la decisión de hacerlo. A veces estamos atados a ciertos comportamientos, a personas, a hábitos o a vicios que pensamos que no podemos dejar, pero la realidad es que sí podemos.
A veces nos mantenemos cometiendo el mismo error simplemente porque queremos, no porque sea necesario o inevitable hacerlo, sino porque simplemente queremos, no porque nos obliguen o nos fuercen a ello, no porque no podamos vivir sin eso, sino porque simplemente “nos gusta” caer en el mismo error de siempre.
A veces puede parecer que nos gustara sentirnos sucios delante de Dios, a veces parece que nos gustase estar pidiendo perdón a cada momento por el mismo error, a sabiendas de que ya somos capaces de no cometerlo, pero nuestra actitud muchas veces demuestra que hemos caído en un circulo vicioso que pareciera ser “placentero” para nosotros, cuando en realidad nos incomoda.
Y es que el pecado nunca va ser cómodo; por más que quieras disimularlo, si eres una persona que realmente ha nacido de nuevo, el pecado siempre te incomodará.
¿Qué es eso que te está afectando en tu vida espiritual? ¿Qué vicio te hace sentir sucio delante de Dios? ¿Qué relación, ya sea de amistad o amorosa, está obstaculizando tu vida espiritual plena con Dios? ¿Qué mal hábito te hace ir diariamente delante de Dios a pedirle perdón? ¿Cuál es tu circulo vicioso que te tiene atrapado cuando en realidad puedes escapar?
A veces estamos atrapados en el mismo error porque queremos, no porque no podamos escapar de eso. Es una lástima que pudiendo escapar de los errores optemos por cometerlos, es una lástima que pudiendo huir del enemigo y sus trampas vayamos directo a ellas, a sabiendas de lo incorrecto que es y los resultados negativos que nos traerán.
Hoy quiero invitarte a tomar la decisión de dejar de hacer eso que sabes que no tienes que hacer, quiero motivarte a que te des cuenta de que hay cosas en tu vida que no son necesarias y que simplemente las haces porque quieres; piensa que ese querer te está llevando a sentirte fracasado, hipócrita, y hasta un pecador desahuciado, cuando en realidad siempre ha existido en ti la capacidad de decir NO a eso que tanto te afecta.
La Biblia dice: “Porque el Espíritu de Dios no nos hace cobardes. Al contrario, nos da poder para amar a los demás, y nos fortalece para que podamos vivir una buena vida cristiana.” 2 Timoteo 1:7 (Traducción en lenguaje actual).
Hay cosas en nuestra vida que podemos cambiar tan sólo con tomar la decisión de hacerlo o no. Hay cosas que nos han estado afectando durante mucho tiempo, cuando hemos podido evitar que eso sucediera tan sólo con una firme decisión.
A veces parece que esperáramos que una enorme luz del cielo nos señalara o cubriera nuestro cuerpo, para poder recibir la fortaleza o la determinación para vencer lo malo, cuando en realidad lo único que necesitamos es tener la firme decisión de hacer cambios en nuestra vida, porque el Espíritu Santo de Dios ya habita en nuestra vida; está allí, esperando a que nos decidamos a hacer lo que sabemos que tenemos que hacer, para fortalecernos en todo momento.
En ocasiones le echamos la culpa a Dios de no poder vencer algo, cuando somos nosotros los que no queremos vencerlo, parece que nos gustase perder siempre y revolcarnos en el lodo, cuando una simple y firme decisión podría cambiarlo todo.
¿Estás atrapado pudiendo escapar? ¿Qué esperas para salir de ese estado? ¿Cuánto tiempo más dejarás que eso afecte a tu vida espiritual y a tu comunión con Dios?
Hoy Dios quiere recordarte que Él te da la capacidad para vivir una buena vida cristiana, tan sólo necesita de ti disposición y firmes decisiones.

¡Tú puedes porque Dios está contigo!

“pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para que se cumpla su buena voluntad.” 

Filipenses 2:13 (Nueva Versión Internacional)

No hay comentarios:

Publicar un comentario