martes, 24 de diciembre de 2013

Todo lo que necesito es... - Devocional

En muchos lados, casi constantemente, leemos o escuchamos esto: "Todo lo que necesitas es…", y al observar esta apreciación me puse a pensar profundamente en qué es lo que en realidad necesito. Ahí es donde viene lo realmente complicado, o mejor digamos, lo más profundo…
open handMuchos necesitamos sólo lo básico para vivir, (nosotros y la familia), como alimento, agua, luz, ropa, un techo, cuidar la salud, trabajo, entre otras cosas que quizá no valoramos lo debido en el día a día. Otros quizá precisen lujos, coches, fiestas, mucho dinero, un físico perfecto, y miles de “amigos” que aplaudan todo lo que hacen, o simplemente necesiten aparentar, ser el centro del universo (inseguridad terrible, disimulada por una superioridad insoportable o por una falsa humildad). Otros muchos pueden requerir algún tipo de atención o cuidado de salud especial, por alguna condición que tienen que afrontar y no se quejan de su vida, como normalmente hacemos los demás; bueno, bueno, sólo algunos de nosotros. También los hay, menos, ¡son así, qué le vamos hacer!, quienes necesitan soledad, tristeza o simplemente sentirse mal, para hacer de su vida una vida.
Que yo recuerde, en muchos de estos aspectos he encajado alguna vez. El no reconocer ciertas condiciones en mi vida me condujo a tener tropezones en mi interior, de los cuales, aunque duros y no muy justos, aprendí la lección.
Sin embargo, hoy recuerdo unas sabias palabras que escuché hace algún tiempo en un autobús camino a la universidad: La vida no es el derecho que te ganas por un arduo trabajo, por un bello rostro o sólo porque sí; la vida es un regalo inmerecido, muchas veces poco valorado, maltratado o ignorado; olvidamos cuidarla y sobre todo darle el lugar que merece. Olvidamos que es un tesoro que Dios nos puso en las manos, para cuidarlo y hacer del mismo una hermosa obra de arte.
Actualmente, hay muchos que por diferentes circunstancias no encuentran ni entradas ni salidas, ni el cómo ni el por qué, pero Dios es la respuesta, Él es la razón de todo en todo.
Lo que realmente necesitas es mirar con otra perspectiva lo que te rodea. El amor ya está, lo tienes porque Dios es el amor en su máxima expresión, sólo debes hacerlo parte real de tu vida; no se trata de un acto de magia que de un segundo a otro se te aparece a la vista, es un trabajo de cuidado, de mantenimiento. Todo lo que necesitas es entender que tu vida es como una semilla plantada, que tú decides si la riegas, la alimentas y la cuidas de forma que crezca hermosa y fuerte, o si prefieres, la dejas en el olvido y la ves morir sin haber florecido.
Todo lo que necesitas es..., decidirte de verdad a buscar en Jesús la respuesta a todos los interrogantes de tu vida.
Lo que realmente necesitamos es a Jesús.

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