jueves, 12 de diciembre de 2013

Si Dios lo ha dicho, yo lo creo - Devocional

Puede que hayas perdido la esperanza de ver cosas grandiosas de parte de Dios para ti, por haberte pasado de un plano espiritual a un plano material.
Para que Dios manifieste su poder a favor de sus hijos, es necesario que andemos de acuerdo a su Palabra. Muchas veces queremos que Dios responda a nuestras peticiones, súplicas, ayunos y cualquier clase de actividad que podamos hacer, pero al no andar conforme a su Palabra, nosotros mismos negamos la posibilidad de ver con nuestros propios ojos la respuesta de Dios.
En todo el tiempo que Israel andaba por el desierto, Dios se manifestó a ellos no para los rebeldes y desobedientes, sino para aquellos que creyeron y obedecieron a su Palabra; esos fueron los que experimentaron crecimiento, madurez y correspondencia total con su Dios.
Yo les mostraré maravillas como el día que saliste de Egipto. Miqueas 7:15.
Es imposible transitar por este Camino sin ver con los ojos de la fe, ya que todo aquel que se pasa a un plano natural y mira con sus ojos físicos, tarde o temprano se desmorona; por ello Dios le hace saber a su pueblo una palabra profética a través de este profeta diciéndoles que, así como en el pasado su poder se manifestó, en el tiempo venidero también se habría de mostrar; a lo mejor necesitas ver maravillas en tu matrimonio, o en el carácter de tu pareja, o en la relación con tus hijos, o en la misión que te trazaste, y has intentado por todos los medios traer un bienestar y cumplimiento a aquello que tanto anhelas, pero en este momento traigo un mensaje de parte de Dios para ti “Yo te mostraré cosas maravillosas, así como cuando te saqué con mano poderosa del mundo”.
Tal vez habías perdido la esperanza de ver cosas grandiosas de parte de Dios para ti, por haberte pasado de un plano espiritual a un plano material, pero esta es la hora de que te detengas, que levantes tu mirada al cielo y te aferres a esta promesa de parte de Dios para tu vida. Asombra e impresiona la vida de Job; cómo en el momento más oscuro de su vida, desde el hoyo en el que estaba, exclamó diciendo “aunque Él me matare, en Él  esperaré”.
Eso es lo que Dios está buscando de ti, que te aferres a su palabra a pesar de lo que puedas estar viviendo; “si Dios lo ha dicho YO LO CREO “, no me interesa lo que digan las noticias, lo que digan mis parientes, lo que digan aquellos que están a mi alrededor; a mí me interesa aquello que Dios ha declarado porque Él lo ha de cumplir; basta ya de estar deprimido, un día superando al enemigo y otro día vencido por él, un día por las alturas y otro en las fosas más profundas de la aflicción, desánimo y desaliento; cuando caminas por tu desierto, prueba y etapas de la vida aferrado a la palabra de Dios, eres INQUEBRANTABLE, de modo que no te rendirás y mucho menos pensarás en volverte atrás .
El momento en que Jesús nos atrajo a sus pies, fue el instante en el que irrumpió con poder para arrebatarnos de las manos de Satanás; y si con poder te sacó de las garras del enemigo, con poder cumplirá lo que prometió. Este es el día de que te levantes, este es el día de que te fortalezcas en el poder de la Palabra de Dios ya que es vida, es el día de que te aferres a su promesa y nunca más andes por ahí como derrotado. Teniendo como tienes de tu lado la victoria que Jesús te dio, ¿qué tal si oramos a nuestro Dios y así levantamos nuestra vista espiritual y contemplamos lo que Dios ha de hacer?
“Padre Nuestro que estás en los cielos, en este momento levanto a ti mi alma, espíritu y cuerpo, me entrego a ti, gracias te doy porque así como me sacaste de este mundo con poder, de igual manera te has de manifestar en todas mis necesidades; gracias te doy porque me aferro a tu Palabra y me determino a recorrer toda clase de proceso aferrado a ella, para poder permanecer firme y flexible, en el Nombre de Jesús Amén.”

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