sábado, 14 de diciembre de 2013

¿Por qué permite Dios que les sucedan cosas malas a la gente buena? - Preguntas bíblicas

Esta es una de las preguntas más difíciles de toda la teología. Dios es eterno, infinito, omnisciente, omnipotente, etc. ¿Por qué nosotros, como seres humanos (no eternos, ni infinitos, ni omniscientes, ni omnipresentes, ni omnipotentes), pretendemos comprender plenamente los designios de Dios? El libro de Job diserta sobre este asunto. Dios le permitió a Satanás hacer todo lo que quería a Job, excepto matarle. ¿Cuál fue la reacción de Job? “He aquí, aunque Él me matare, en Él esperaré” (Job 13:15). “Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito” (Job 1:21). Job no comprendía por qué Dios permitía las cosas que le sucedían, pero sabía que Dios era bueno y por lo tanto continuó confiando en Él. Básicamente, esa debería ser también nuestra reacción. Dios es bueno, justo, amoroso y misericordioso. Con frecuencia nos suceden cosas que simplemente no podemos comprender. Sin embargo, en vez de dudar de la bondad de Dios, nuestra reacción debe ser de confianza en Él. “Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus veredas” (Proverbios 3:5-6).

Quizá una pregunta más adecuada sería, “¿Por qué le suceden cosas buenas a la gente mala?” Dios es santo (Isaías 6:3; Apocalipsis 4:8). Los seres humanos somos pecadores (Romanos 3:23; 6:23). ¿Mas quieres saber cómo ve Dios a la humanidad? “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta. Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios. Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre. Quebranto y desventura hay en sus caminos; y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos.” (Romanos 3:10-18). Cada ser humano de este planeta merece ser echado al infierno en este preciso momento. Y  cada segundo que seguimos vivos es sólo por la gracia de Dios. Incluso la miseria más terrible que pudiéramos experimentar en este planeta, es misericordia comparado con lo que merecemos, la condenación eterna en el lago de fuego del infierno.

“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8). A pesar de la naturaleza malvada, vil, y pecadora de la gente de este mundo, Dios nos ama. Él nos amó lo suficiente para sufrir, Él mismo, la pena de muerte que merecemos por nuestros pecados (Romanos 6:23). Todo lo que tenemos que hacer es creer en Jesucristo (Juan 3:16; Romanos 10:9) para ser perdonados y tener la vida eterna en el cielo (Romanos 8:1). Lo que merecemos es el infierno, en cambio, lo que nos da es vida eterna en el cielo si sólo creemos. Se ha dicho que este mundo es el único infierno que los creyentes experimentarán, y que este mundo es el único cielo que los no creyentes experimentarán. La próxima vez que nos hagamos la pregunta, “¿Por qué Dios permite que le sucedan cosas malas a la gente buena”?, quizá deberíamos más bien preguntarnos, “¿Por qué Dios permite que le sucedan cosas buenas a la gente mala?”



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