sábado, 14 de diciembre de 2013

Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque serán saciados - Las bienaventuranzas

“BIENAVENTURADOS LOS QUE TIENEN HAMBRE Y SED DE JUSTICIA PORQUE SERÁN SACIADOS” (Mateo 5:6)

bienaventuranzas sed de justicia
Cuando Jesús dijo: “los que tienen hambre y sed de justicia… serán saciados”, nos hacía saber que padecemos de un hambre espiritual que sólo Él puede satisfacer. Pero no podrá hacerlo si estamos “llenos” de nosotros mismos, o de las cosas del mundo. Lamentablemente, la sociedad actual asocia la integridad con "las buenas obras" o "tener una actitud en santidad hacia los demás". Eso no es integridad, es orgullo religioso que Pablo llama “…basura…” (Filipenses 3:8b). Jesús condenó esta actitud diciendo: “…vosotros por fuera…, os mostráis justos…, pero por dentro estáis llenos de hipocresía…” (Mateo 23:28).

Jamás podremos ser lo suficientemente buenos por nosotros mismos, para satisfacer lo que nuestro Santo Dios requiere de nosotros. Es por ello que Él envió a Jesús a morir por nosotros en la Cruz, “…para justicia a todo aquel que cree” (Romanos 10:4b). En el momento que aceptas a Jesús como tu Salvador, quedas justo a los ojos de Dios.

Pero Pablo dijo: “…consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios…” (Romanos 6:11). ¿Por qué? Porque no se trata sólo de una posición de justicia ante Dios, sino que también demostremos la condición de esta justicia ante el mundo en nuestra vida cotidiana. Jesús dijo: “Buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia…” (Mateo 6:33). 
¿Cómo puedo hacerlo?
(1) Valorando la opinión de Dios más que ninguna otra (Proverbios 3:5).
(2) Buscando su dirección antes de tomar decisiones importantes (Jeremías 29:13).
(3) Sustituyendo la envidia por el fruto del Espíritu Santo (Gálatas 5:19-23).
(4) Modelando tu vida conforme a la de Jesús (1 Pedro 2:21).

No hay comentarios:

Publicar un comentario