martes, 10 de diciembre de 2013

El Placer de Pecar - Devocional

¿Sabes que la tentación no tiene favoritismos? De hecho la tentación es igual para todos… niños, adolescentes, y adultos.
La tentación ignora estatus social, económico y espiritual. De manera que no te sorprendas cuando seas tentado.
iStock_000003356997XSmallEs importante señalar que la tentación no es pecado. Mientras te corra sangre por las venas ten por seguro que vas a ser tentado, así que no te sientas culpable por eso.
El problema con la tentación es que atrapa tu mente, tu imaginación, sentimientos, y voluntad. Una vez que los atrapa, tú determinas qué harás con ella. Es como si tu cuerpo te dijera “hazlo”,... y por lo regular, al principio las consecuencias de la tentación no se manifiestan de inmediato, y después llegas a creer que te has salido con la tuya. Comienzas ha engañarte con frases como: “¿Ves?, no me pasó nada”.
Empiezas a creer que eres un poquito más inteligente que los demás, porque aparentemente no te pasó nada, llegas a pensar que puedes extender los límites un poquito más. Pero al final terminas destruyéndote; ¿por qué?, porque el pecado siempre mata.
En Alaska las personas tienen una forma muy peculiar de cazar lobos. Lo que hacen es tomar un cuchillo de cacería, sumergen la navaja en sangre y después la dejan congelarse. Repiten este proceso varias veces hasta que crean una paleta/helado de sangre, pero dentro de la paleta está la navaja del cuchillo. Entierran aparte el mango del cuchillo en el hielo. Y como el olfato del lobo es 10,000 veces más poderoso que el del ser humano, desde kilómetros de distancia el lobo puede olfatear la sangre congelada. Éste llega al cuchillo, cubierto con sangre y comienza a lamerlo.
Empieza a lamerlo tan rápido y la sangre congelada le sabe tan rica, sabrosa y es tan agradable, que desea más y más, y la primera vez que la navaja corta su lengua, apenas se da cuenta, pero el lobo continúa lamiendo y lamiendo hasta que comienza a tomarse su propia sangre y muere desangrado.
El pecado es así… comienza muy dulce, divertido y placentero, pero acabas bien muerto. Y la muerte puede ser física, emocional o... espiritual.
Como puedes ver, “El pecado siempre te llevará más lejos de donde quisieras ir, te costará más de lo que estés dispuesto a pagar y te detendrá más tiempo de lo que deseas estar”.

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