lunes, 16 de diciembre de 2013

¿Cuánto tardarás? - Devocional

En una ocasión destrocé algo que le pertenecía a una amiga, y como no podía pagarle traté de esconderme. Entonces, cada vez que la veía en la iglesia trataba de evadirme, no quería hablar con ella y me daba vergüenza verla. Si estaba delante de mí, inmediatamente retrocedía o tomaba otro camino, hasta que fui sincera y le conté lo que había sucedido. ¡Por fin tuve paz al haber solucionado el problema!
stressed
Oh Jehová, Tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentar y mi levantar; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, Tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Salmos 139:1-7
A veces, cuando fallamos, pensamos que también podemos tener esta actitud con Dios. Entonces no queremos hablar con Él en oración, nos da vergüenza leer su Palabra o ir a la iglesia, y preferimos tomar otras salidas. No nos damos cuenta que Él nos conoce y que ya nos ha examinado, sabe qué pensamos, y a dónde queremos ir. Él te rodea, por tanto ¡deja de escapar!
Perdí mucho tiempo escapando y eludiendo a mi amiga, cuando podía solucionar el problema de inmediato, todo por los pensamientos equivocados que tenía. Es posible que ahora quieras escapar de Dios porque estás avergonzado o porque tienes miedo de escuchar “¡Otra vez! ¡Hasta cuando…!” ¿“Qué pasó con lo que prometiste…?” Si ese es tu pensamiento, entonces te falta conocer a Dios.
“Tus adulterios, tus relinchos, la maldad de tu fornicación sobre los collados; en el campo vi tus abominaciones. ¡Ay de ti, Jerusalén! ¿No serás al fin limpia? ¿Cuánto tardarás tú en purificarte? Jeremías 13:27
Debes entender que Dios lo sabe todo y que está esperando que te purifiques, que te acerques y le pidas perdón. Aunque tomes otro camino, al final todos siempre terminaremos a sus pies, porque lejos de Él nada podremos hacer. Entonces Dios te pregunta ¿Cuánto tardarás? Acércate con confianza porque Él ya lo sabe todo, ¿por qué tardar cuando puedes disfrutar de su paz?
¡Hoy Dios te pide que no tardes y dejes de escapar!

No hay comentarios:

Publicar un comentario