martes, 31 de diciembre de 2013

Clama a Dios en medio de tus debilidades - Devocional

Dios abrirá cuencas en el camino para darte de beber y así fortalecerte.
Jueces 15: 18, 19 “Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová, y dijo: Tú has dado esta grande salvación por mano de tu siervo; ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos? Entonces abrió Dios la cuenca que hay en Lehi; y salió de allí agua, y él bebió, y recobró su espíritu, y se reanimó”.
En la vida tenemos constantes luchas de las cuales Dios nos libra. Sansón estaba experimentando una liberación por parte de Dios, pues sus enemigos le querían llevar cautivo. La Biblia narra cómo el Espíritu de Dios vino sobre su vida y con una quijada de asno mató a muchos enemigos.
Al Igual que Sansón nosotros hemos podido derrotar muchos enemigos en nuestra vida, pues siempre que el Espíritu de Dios esté con nosotros, no habrá nada ni nadie que nos podrá amedrentar.
Pero no podemos negar que después de esas luchas de la vida, muchos de nosotros nos hemos sentido debilitados. Quizá porque nuestra lucha fue fuerte, y aunque hemos vencido, sentimos que las fuerzas menguaron.
En esos momentos de debilidad y sed espiritual tenemos que tomar el ejemplo de Sansón, que después de luchar tuvo una gran sed; sed de muerte según relata la Palabra, pero vino y clamó a Jehová.
Cuando venimos a Dios debilitados después de una de nuestras batallas, Él siempre está dispuesto a ayudarnos. Lamentablemente muchos de nosotros no le buscamos, pues nos sentimos tan debilitados que no tenemos tiempo ni para hablar con Él.
¿Por qué será que nosotros, los humanos, tendemos a alejarnos de Dios cuando nos sentimos débiles? ¿Será acaso que así nos fortaleceremos?, definitivamente no. Le obviamos, y lo peor que podemos hacer en el área espiritual es alejarnos de Dios cuando sentimos que las fuerzas se nos acaban, porque es cuando más tendríamos que buscarle, ya que Él quiere ayudarnos.
Dios abrirá cuencas en el camino para darte de beber y así fortalecerte. Él no te dejará morir de sed jamás, siempre y cuando le busques y clames a Él.
Dios quiere ayudarte, amado amigo, pero si tú no se lo permites, eso será difícil; es hora de clamar a Jehová en medio de tu debilidad, porque Él se perfeccionará en ti.
Dios quiere darte de beber de su río para que recobres tu espíritu y te reanimes. La lucha apenas comienza, levántate y prosigue.

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