Sus amigos se debatían entre la conveniencia o no de decirle la verdad, y algunos optaron por recomendarle que tomara clases de canto, lo cual seguramente le ayudaría a cumplir su sueño.
Pero él rechazó el consejo, y tomó cada crítica que se le hacía como una cuestión personal. Pensaba, que por envidia le decían que no cantaba bien. Por lo cual, enojado en extremo, decidió dejar la iglesia, criticando a todos por no reconocer su talento.
Si hubiera tomado en cuenta el consejo, seguramente ya estaría cantando en el coro, y lo más importante, hubiera logrado superarse. Sin embargo, su actitud fue culpar a otros por sus errores, pensar que el problema estaba en los demás y no en él.
Pues muchas veces nos parecemos a este joven, vamos por el mundo echando la culpa a los demás y a veces hasta responsabilizamos a Dios por las cosas que nos ocurren. Conozco a muchas personas que cuando todo está bien le dan gracias a Dios por lo que están viviendo, pero cuando aparecen las dificultades, dicen: “¿por qué Dios permite que me pase esto?”
Pero debemos tener presente que Dios no tiene la culpa de los problemas que estás atravesando. Él no es parte del problema pero sí de la solución, ya que, especialmente en estos casos, puedes tomarte de su mano y acercarte más a Él. Tu fe madurará y aprenderás a ser más dependiente de Dios. Deja de pelear con Él, no trates de entenderle, sólo búscale y pídele que te dé fortaleza, no sólo para resistir la prueba sino también para superarla y terminar con una resonante victoria.
“Nos alegra saber que, por confiar en Jesucristo, ahora podemos disfrutar del amor de Dios, y que un día compartiremos con Él toda su grandeza. Pero también nos alegra tener que sufrir, porque sabemos que así aprenderemos a soportar el sufrimiento, y si aprendemos a soportarlo, seremos aprobados por Dios. Y si él nos aprueba, podremos estar seguros de nuestra salvación. De eso estamos seguros: Dios cumplirá su promesa, porque Él nos ha llenado el corazón con su amor, por medio del Espíritu Santo que nos ha dado” Romanos 5: 2-5 (TLA) Fdo. L.V.
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