“…para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra”
Efesios 5:26
Efesios 5:26
Recordemos: hay tres cosas que dan testimonio de Jesucristo sobre la tierra. El Espíritu, el agua y la sangre (1 Juan 5:8).
¿Qué es el agua? Fíjese en el versículo arriba citado. El agua representa la Palabra de Dios. Dice que el agua lava, limpia, purifica. Es la fuente vital para que se manifieste el poder de Dios y para dar testimonio de Él sobre la tierra.
Recuerde que por la Palabra renovamos nuestros pensamientos, nuestra mente. Saque un pensamiento negativo y ponga otro de la Palabra de Dios. Entonces ponga en práctica la Ley del Reemplazo. Cuando usted saca algo de algún lugar queda un vacío. Entonces usted coloca otra cosa para llenar ese vacío. Lo reemplaza. ¿Qué mejor que sacar lo viejo de nuestra mente y reemplazarlo por la Palabra de Dios, que tiene poder? No olvide cuán importante es la lectura poderosa de la Palabra cada día. Ella soltará su poder para traerle la victoria en ese día.
Cuando usted recoge su poder, dice un verso de la Palabra, a su vez está soltando el poder que da testimonio de que Cristo mora dentro suyo, que usted es un redimido. La gente verá la gloria de Dios a través de su vida. Cuanto más Palabra haya en su vida, más tendrá para dar. Y no sólo se llene usted de puro conocimiento, sino que deje al Espíritu traer la revelación.
La Palabra le habilita para ser vencedor, sólo tiene que tener fe en ella.
Léala cada día, medite en ella y póngala por obra. Comprobará los resultados.
Hoy, Padre, creo en tu Palabra. Creo que me da el poder y es el testimonio vivo de que vives dentro de mí. Te doy gracias por ella. La pondré por obra y meditaré cada día en ella. En el nombre de Jesús, amén.
Fdo.: J. O. C.
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