viernes, 1 de noviembre de 2013

Obreros idóneos - Devocional - Vídeo

En cierta oportunidad, la iglesia en la que me congregaba me comunicó algo así como: “el domingo (fecha) elegimos pastores y maestros”.
Hasta donde sabía, pastor… ya teníamos. Maestros, también. No entendí nada, tampoco pregunté, y ese domingo no asistí a la reunión. Pero en las sucesivas reuniones no sólo no noté absolutamente nada nuevo ni extraño, sino que tampoco percibí ningún comentario al respecto. Aparentemente todo continuaba tal y como estaba antes.
Un año después, uno de mis hermanos de ministerio me hizo saber, que los hermanos que formaban el gobierno humano, el gobierno dirigente de esa congregación, el grupo de ancianos, no desarrollaba sus funciones… desde hacía un año. Habían permanecido durante años en ese noble cargo, pero entonces no habían reunido la cantidad suficiente de votos para continuar con su liderazgo. Siguieron adelante con sus tareas y compromisos fieles a su vocación de servicio, pero ya no ocupaban una posición de liderazgo ni tenían autoridad en la iglesia.
Nada más lejos de mi intención sembrar dudas sobre la idoneidad e integridad de estos amados hermanos. Seguro que las causas de fondo por las cuales no pudieron continuar en sus cargos nada tienen que ver con ellos. Lo cierto es, que más allá de lo anecdótico y del amplio abanico de interpretaciones que el hecho pueda ofrecer, lo que en realidad se pone de manifiesto, y ése es el foco de la presente reflexión, es que la Iglesia como asamblea de Dios, no la denominación en sí misma, sino como “ekklesia” de Dios, tiene la enorme responsabilidad de capacitar y poner al frente de sus tareas, de sus cargos y liderazgos, a personas idóneas.
En el ámbito económico, cualquiera con suficiente capital puede ser el dueño de un despacho de abogados, de una farmacia o de un sanatorio. Pero la legislación vigente muchas veces exige, que quienes van a estar al frente de tales instituciones deben ser profesionales acreditados e idóneos.
Pues resulta que en el ámbito eclesiástico ocurre otro tanto. El Señor necesita en su Obra, obreros, pastores y maestros serios y altamente comprometidos con los negocios de Dios.
Y además de serios y comprometidos con los asuntos de Dios, fogueados en las arenas del desierto, que sea gente PROBADA y APROBADA en las lides del ministerio. Recordemos que no tenemos lucha contra sangre ni carne, sino contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6:12).
Y en el caso de los pastores, y por si todo esto no fuese suficiente, necesitan estar dotados de una sólida formación en lo pastoral, que les permita afrontar con idoneidad, solidez y profesionalidad, las situaciones, los desafíos y las necesidades de una iglesia inmersa en un mundo cada vez más complejo. Si esto es “trazar nuestro objetivo”… entonces la iglesia necesita hoy más que nunca trazarlo hacia arriba.
De vez en cuando salen a la luz noticias de hechos horribles, situaciones en el ámbito familiar, de las que no merece dar detalles ahora, cuyos protagonistas son creyentes. Y también de vez en cuando, un pastor o un consejero se encuentra ante la confesión de un hermano, que le pone en la delicada duda entre llamar a las autoridades o guardar el secreto de confesión y ayudarle, aún sin saber a ciencia cierta cómo. Bien es cierto que el Señor tiene poder para restaurar y sanar las almas, pero también existen dudas de que a muchas personas todo les haya sido perdonado, de que por todo sean sanados. Esto es sólo ejemplificación, no es taxativo, pero es suficiente evidencia de que las huestes de las tinieblas son capaces de erosionar, de socavar convicciones y fe, aún en el mismo seno de la iglesia.
Hoy en día, los desafíos, impensados e impredecibles, a los que se enfrenta la iglesia cristiana del siglo XXI ponen en otra dimensión, vigencia, fuerza y significado a las palabras de Pablo a Timoteo cuando le escribió: 

Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado,  como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad.

(2 Timoteo 2:15 RV60)
 

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