Hoy retrocedí en el tiempo con mis recuerdos. Llegaron a mi mente escenas de cuando estaba cursando mi cuarto año de escuela superior especial.
Uno de los requisitos era encontrar un lugar para hacer nuestras prácticas. Eran afortunadas las que conseguían un trabajo remunerado, mientras que las que no lo conseguían tenían que hacerlo en la escuela y gratis, cosa que no nos entusiasmaba mucho.
Ese año aprendí valiosas lecciones en esto de hacer entrevistas y buscar empleo, y no son siempre los de más alto promedio, ni los más destacados los que consiguen las oportunidades. Pero meditando en esos recuerdos, quiero rescatar y destacar que en la vida hay oportunidades únicas y milagrosas, que se nos presentan para cambiar nuestra vida y aprender grandes enseñanzas.
Sucedió, para mayor claridad, que cuando a todas las chicas de la clase nos tocó ir a buscar empleo y pasar por diferentes tipos de entrevistas, hubo una muchacha que no tenía su promedio muy alto, de hecho era un poco bajo. Y esto, al parecer, llamó la atención del entrevistador, quien le preguntó, ¿a qué se debían sus notas tan bajas? Desconozco lo que ella le contestó ni sé lo que sucedió durante esa conversación. Lo que sí sé es que el entrevistador le dio una oportunidad de trabajo con paga. Creo que ella la supo aprovechar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario