Hola, tal vez no me conozcas,
pero
yo te conozco muy bien.
Sé lo que haces y no haces,
sé cuáles son tus pensamientos,
incluso lo que dirás antes de abrir tus
labios.
También sé lo que vives día a día,
no hay nada que no sepa de ti.
Te conozco tan bien y te tengo aprecio,
que hasta los cabellos de tu cabeza están
todos contados por mí,
¿y sabes por qué?,
porque has sido creado a mi imagen
Y gracias a mí puedes vivir, moverte y ser
quién eres.
Antes de haberte formado en el vientre yo ya
te había elegido,
no creas que fuiste un producto del error,
pues todos tus días están escritos en mi
libro.
Y ahora déjame decirte que eres mi creación
maravillosa.
Mis pensamientos por ti son aún más
numerosos que la arena del mar.
Soy el Padre que te consuela cuando tienes
problemas,
cuando tienes el corazón roto yo estoy cerca
de ti.
Y así como un pastor cuida y recoge a sus
ovejas,
yo te llevaré en mis brazos.
La verdad es que llegará el día en el que
limpie tus lágrimas
y te quitaré el dolor que has sufrido en
esta tierra.
Pero a pesar de todo lo que has pasado,
quiero que sepas que tengo planes muy buenos
para tu futuro.
Tengo un futuro de esperanza.
Todos los días estoy atento a tus
necesidades,
porque todo lo bueno que recibes viene de mí
y yo nunca dejaré de hacerte el bien.
¿Tienes sueños?
Deléitate en mí y te concederé los anhelos
de tu corazón.
Por ti yo podría hacer mucho más de lo que
pides o imaginas.
Sé que el pecado nos ha alejado,
pero no estoy distante o enfadado
sino que estoy lleno de amor,
y lo que quiero es que ese amor sea para ti.
¿Por qué?
Simplemente porque eres mi hijo, mi hija, y
yo soy tu padre
y como un padre te ofrezco más
de lo que un padre terrenal te puede dar.
¡OH!, si de corazón y alma me buscas, me vas
a encontrar,
y puedes ver mi gran amor por ti en que te envié a Jesús.
Él es el resplandor de mi gloria
y puede demostrarte que estoy por ti y no en
tu contra,
que no estoy contando cada uno de tus
pecados,
pues Él murió para que tú y yo pudiéramos
reconciliarnos,
su muerte fue la mayor demostración de mi
amor por ti.
Si aceptas a mi hijo Jesús me recibes a mí,
y nada nos podrá separar nunca más.
Ven a casa y tendremos la mayor fiesta que
se haya celebrado en el cielo,
porque te amo con amor eterno.
He sido y siempre seré tu padre.
La pregunta que te hago es
¿Quieres ser mi hijo?
Con amor tu Padre, Dios Todopoderoso…
… y ahora Jesús toca la puerta de tu
corazón,
¿Deseas recibirme en tu corazón?
Si así lo deseas hagamos una oración,
pues si confiesas con tus labios que soy el
Señor
y crees en tu corazón que resucité,
te regalaré mi salvación,
pues con el corazón se cree para alcanzar la
justicia,
y con la boca se reconoce a Jesucristo para
alcanzar la salvación.
Repite después de mí:
Amado Jesús,
Reconozco en este momento que Tú
eres el Señor y que te necesito.
Ahora abro mi corazón para que
vivas ahí y me llenes de tu amor.
Te pido que me limpies de todo
pecado y me des una nueva vida.
En el nombre de Jesús, Amén
No hay comentarios:
Publicar un comentario